sábado, 9 de febrero de 2019

INVESTIGANDO


La vida es un laboratorio: ensayo y error. 

A veces ocurren experiencias parecidas a las vividas y piensas que se repiten pero no es cierto, ninguna fórmula es idéntica en una investigación. Solo parece el reflejo de algo que ya ha ocurrido con otras personas en otro tiempo, pero en realidad ni el momento ni las personas ni la información de la que dispones es la misma, seguramente cuanto más avanzada esté una investigación, cuantos más años estén dedicadas a ella, más posibilidad de acierto.

Error, pensar que te está pasando de nuevo, fallo, no es cierto, no es posible. 

Ni esa otra persona es la misma, ni tú eres igual, ni mucho menos el escenario, ni las condiciones medioambientales, ni el grado de luminosidad que como todo el mundo sabe influye en nuestro estado de ánimo.

Cuando quiero morir, que es muchas veces a lo largo de mi vida, porque conozco la muerte y sé que es placentera y un descanso verdadero, cuando quiero terminar de vivir, más que morir, no me queda más remedio que dormir, que es como una pequeña muerte diaria. 

El sueño te repone el cerebro, te da ideas para resolver el conflicto, la fórmula. El sueño, te repara el alma. No es que al día siguiente todo esté solucionado pero si que tienes una nueva fórmula que probar. 

¡Yo ya lo tengo, eureka!

Es posible que este nuevo intento desencadene en error, o quizás como muchos de los otros que hice en la vida, sea un gran acierto. 

Me valoran desde fuera, si, muchos negativamente, personas con muchos menos años de investigación previa a la maternidad, o incluso sin experiencia,  pero no me importa. Tendré en cuenta sus argumentos, igual que cualquier dato que me pueda servir para llegar a desarrollar con mejores resultados mi proyecto.

No saben que hubiera ocurrido si la fórmula hubiera sido distinta, yo si, yo si, yo si. Aprendí lógica en filosofía de tercero y programación. Sé desarrollar desde el inicio, muchos posibles finales que por lógica hubieran ocurrido: 

Si no me hubiera divorciado... si si... si no... si si... si no...  
Si no hubiera tenido a mis hijos... si si ... si no... 
Si no hubiera dejado a Blanca ir a Málaga a aquel cursillo de aquel señor de color tan importante contrabajista... si si... si no...
Si no le hubiera dado a José aquel pescozón que le sacó un moco de las cuencas  del cráneo con más de dieciocho años... si si... si no... 

El que piense que improviso, es porque no conoce mis pensamientos. 

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No pienso mover ni un solo grado mi rumbo. 

Sigo con el timón del barco solo para mí, hago todas las guardias, nadie de todos estos que opinan y valoran va a venir a relevarme en un turno para que yo descanse. 

Lo tengo más o menos claro, esta es la fórmula que quiero y si me sale mal, por mi culpa, y si me sale bien, gracias a mí.

Es posible que que me repudien, que me critiquen, que me culpen de todo miles de millones de seres humanos, pero también puede ser que alguien, uno solo de todos esos millones, investigue sobre  mi fórmula y cuando pasen muchos años más de ensayo y error sobre ella, la mejore y quizás después de mi muerte consiga convencer a todos esos miles de millones de seres humanos que estaban en mi contra, quizás se recuerde como un antes y un después de ésta. 

Sigo pensando por mi experiencia personal anterior a ser madre con los niños y los jóvenes, que la gran mayoría de los padres desconoce la realidad. No saben lo que hacen sus hijos, lo importante es que ellos no lo vean. No es correcta la fórmula de nuestros padres ni es correcta la vuestra, la mía al menos está en investigación. 

Necesitamos entender que los derechos individuales de la persona están por encima de todo, tenga la edad que tenga. Necesitamos enseñar a gestionar la libertad, no administrarla, necesitamos amar pero no servir a nuestros hijos. 

Conste que mañana tengo una larga lista de cosas que hacer para ellos, que me han pedido ellos y a lo que respondo, pero no los sirvo sin descanso aunque ellos no me lo pidan, como se supone que hacen las buenas madres. 

Hoy tendremos asamblea familiar alrededor de una paella que he aprendido a hacer este año. Posiblemente en casi ninguna familia se tomen las decisiones de esta manera, en la mía si. A pesar de ser la Reina y tener la última palabra, mi inseguridad personal y mis ganas de morir diariamente, me hacen ser un elemento del que hay que aprender a prescindir desde el principio. 

La idea es que cuando muera frente a mi chimenea con noventa y dos años, después de haber simulado varias veces mi espiración tal y como he amenazado durante toda mi vida, todos puedan y sepan seguir haciendo en sus propias vidas lo que deben:

Ensayo y error. 


Ensayo y error


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La expresión ensayo y error, también conocida como prueba y error, es un método heurístico para obtener el conocimiento, tanto proposicional como procedimental consiste en probar una alternativa y verificar si funciona. Si es así, se tiene una solución. En caso contrario —resultado erróneo— se intenta una alternativa diferente.

Heurística

Descripción

La heurística ​ que significa «hallar, inventar» ​ aparece en más de una categoría gramatical. Cuando se usa como sustantivo, se refiere a la disciplina, el arte o la ciencia del descubrimiento. Wikipedia

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