Yo no soy un corta y pega, que le vamos a hacer.
Si lo que quieres es escuchar los mismos mensajes que mandan
todos y todas, incluido tu loquero, pues no me hables.
Haces bien.
Esta gente corta y pega sus mensajes y los manda a todos sus
amigos: mensaje de ánimo, mensaje de acompañar en el sentimiento, mensaje de
alegría para compartir un éxito…
A veces, lo que tienen es envidia cochina cuando tú tienes un éxito,
pero mandarán el mismo mensaje. No te acompañan en el sentimiento, piensan que
eres repetitivo, pero te pondrán:
-
¡Ánimo amigo, sigue adelante!
Seguramente estarán hablando contigo, mientras ven la tele,
una película, o el último capítulo de la séptima temporada de una serie, o lo que sea que vean.
Lo siento, yo soy la Lengua, debías saber a lo que te
enfrentabas solo al conocer mi nombre. Si tengo que decirte que eres una nenaza,
te lo digo. Sé que es un adjetivo machista, lo sé.
¿Ves? Sé que sé se
escribe con acento gracias a ti, gilipollas.
¿Sabes? Toda esa gente que te pone palabras condescendientes
no es porque sean más sensibles que yo, aunque la verdad, sensible soy poco. La
vida me ha ido anestesiando por partes. Ahora mismo tengo las manos quemadas
del cemento, no me las siento.
En realidad son unos cobardes. No tienen cojones de decirte
lo que piensan por miedo a que tú te sientas mal y hagas una tontería que
recaiga sobre sus conciencias.
Yo soy la que soy.
Si te tengo que mandar una teta te la mando, si tengo que
mandarte a la mierda también.
Tú no correspondes.
Por eso, desaparezco.
Aunque siempre podrás decir que fuiste tú el que me dejaste
a mí, porque es lo cierto y verdadero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario