En ocasiones visualizo cosas. Soy visionaria de mi propio
futuro, pero no porque tenga una bola de cristal, lo que tengo es más cabeza
que un mulo blanco.
¡Qué le voy a hacer!
Soy positiva.
Visualizo cosas que quiero que ocurran y al final, tarde o
temprano ocurren. Una vez que suceden me quedo tranquila, como ahora que ya he
escrito el libro de Miguel y va por el mudo viajando, el protagonista y el libro. Tengo un pedido para entregar el martes, otros pocos que ya me han dicho que
ya se verá cuando los entrego porque son de aquí y dos pendientes para Alemania, pero es que hasta
que no lleguen los que mandé a Italia y a México, no me fío.
Ya bajó el ritmo,
menos mal, va rodando solo como rueda de molino, ya lo dejé ahí haciéndose a
fuego lento solo que si no, no me da tiempo a hacer otras cosas.
Como ese tema no requiere mi atención, me centro en
visualizar otras cosas. No puedo visualizar muchas al mismo tiempo porque me
pongo loca y empiezo a desgañitare con los ojos vueltos y la cara desencajada.
No, mejor una cosa cumplida y otra y otra, y así sucesivamente.
Por ejemplo visualicé esta casa donde vivo, después la división que tiene
actualmente, por eso pude visualizar a Blanca en Barcelona, a José Antonio en Úbeda, ahora visualizo los carnets de conducir de mis hijos, después me voy y visualizo la granja, después visualizo que se
vende el piso de Nela… por cierto, voy a ver si han puesto el cartel.
Voy visualizando y moviendo mis manitas de aquí para allá,
que eso me hace tener el cuerpo que tengo que el otro día apretaba el culo a
ver si me salía piel de naranja y nada, ni un poco. Mira que yo he tenido eso
de joven, pues se ve que ahora estoy consumía.
Los brazos que tengo de camionera no dejan que cuelguen las
carnes, antes de que suba el puño me sale una bola que da miedo.
Ahora bien, el
culo gordo no hay quien me lo quite, eso es de nacimiento, yo creo que a mi
madre le costó más echar mi culo que los hombros.
Bueno en fin, planes para hoy muchos, todos de trabajo, se
fue mi chico que es con el que me gusta perder el tiempo. Estoy descansada a
pesar de que mis hijos no me dejan ni a sol ni a sombra, a una la tengo en la cama y
al otro lado el Blum, el gato más bueno del mundo.
Aquí estoy escribiendo, que sé escribir hasta subida en un
pincho, lo que sé escribir, que por otro lado no son nada más que tonterías que
pongo aquí seguidas pero que me hacen centrarme en lo que tengo por delate.
Hoy tengo que leer una cosa del Marido de la Portera, tengo que hacer una visita larga a un
enfermo, tengo que poner lavadoras, guardar la ropa de extremo invierno y quiero, que no tengo, quiero tomarme en
serio lo de la música y escribir mi próximo cuento.
Ah! y que no se me
olvide la comida de mañana, que estoy aprendiendo a cocinar, ayer se me olvidó
el limón, o me paso o no me acuerdo. Pero
me dieron un aplauso, eso sin pedirlo, la Reina ayer se puso contenta con la
cocina.
¿Y eso?
Me visualizo en otra ciudad cocinando.
A veces
visualizo cosas que no comprendo.
Visualizo a SERDEVARA…. Hasta ahí puedo escribir.
LVM
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