Nosotras también somos personas.
Las personas que estamos
cuidando de un familiar enfermo, también somos de carne y hueso. Debo transmitir
mis conocimientos a todo aquel que esté pasando por una situación similar. Sé
que es muy bruto decir esto, pero nenas, nenes, que tú te tienes que cuidar,
sobre todo la mente.
Que tu familiar se
coma tu tiempo, vale, tu paciencia, venga, pero no dejes que se coma tu
alegría.
Una vez que le des todo lo que tu creas que debes o puedes
darle, al final del día descansa y vive.
No puedes atender a un enfermo,
pensando que va a morir, claro como no y tú si te pilla un autobús.
Tienes que pensar que está vivo igual que tú, y que otro día
más duerme en su cama, como tú, y que si mañana se muere, pues igual que te puede dar un infarto a ti de esos que vienen de pronto.
"Yasta", he dicho, si me quieres llamar insensible pues hazlo,
pero yo, bordo todos los días que paso con mi enfermo y si mañana se ha
muerto, pues mira que te diga, que el señor lo pille confesado.
Que de los cuarenta a los cincuenta hay una edad muy crítica donde se mueren muchas personas, por infartos o enfermedades genéticas que llevan de nacimiento y dan la cara en esta década.
Que de los cuarenta a los cincuenta hay una edad muy crítica donde se mueren muchas personas, por infartos o enfermedades genéticas que llevan de nacimiento y dan la cara en esta década.
Y yo tengo cuarenta y cuatro, me voy de cañas ahora mismo con una amiga, que mañana nadie sabe.
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