domingo, 26 de junio de 2016

VOTÓ

No entiendo de política.

No recuerdo los nombres, no sé cuáles son los malditos para unos, los héroes para otros, no tengo disciplina para seguir una estrategia, yo solo entiendo de cuentas.

Las cuentas se me dan bien, a la vista está que siempre tengo para todo y nunca tengo para nada, dependiendo lo que considero que es necesario o no.

Si tuviera que dedicarme a la política me aburriría enormemente pero me encantaría poder hacer cuentas con “los dineros” de todos.

Soy muy básica, no soporto perder tiempo en reuniones de política, en llegar a acuerdos para dirigir a los ciudadanos, poner uno u otro candidato, decidir detalles como donde se celebra la noche electoral. 

¡ Al finar, en un bar! 

¡Pa arrancarles la cabeza!

Esta noche se lo digo, voy solo para decírselo, como yo no soy nada ni nadie me manda, nada le debo a nadie ni nada me importa, me sua el coño todo y todos, pero cojones, que no se puede gastar pasta para celebrar la noche mágica de la democracia. 

Cada uno que venga de traje, yo traje esto y yo lo otro, y nos vemos en un local de quien sea, asociación, partido, o incluso si se puede en una iglesia como se hacía antes, ¡cojones!

¿UN BAR?

Eso es como cuando en las huelgas se metían a tomar café calentito en el bar del tanatorio. 

Esta noche no me lo pierdo, que encima es un local público donde puede entrar el que quiera.

Por eso yo nunca podré ser política de verdad verdadera, me abuuuuureeeeennnn, mi forma de hacer política es más profunda.

A mí me gusta hablar para todos, los buenos y los malos,  y viceversa. 

Me gusta machacar los sesos de todos, hacer dudar y dudar, conseguir que la gente piense y no vote con disciplina militar.

También que  algunos,  voten con un poco de disciplina, que entre los rojos hay mucha libertad, luego van los del PP y ganan, porque no piensan tanto. 

Por otro lado, los políticos puntillosos, los informados, los que saben de todo de siempre, de toda la vida de Dios entienden, esos a los que no entendemos los simples, los que estamos aquí para hacer cuentas, eliminar estos gastos, apretar a estos que ingresan esto, soltar por pasta aquí para que consigan encontrar a los que estafan eliminar esto que no sirve para nada.

Así, es como yo haría política, pero nunca llegaré a nada, entre otras cosas porque nunca me presentaré. Para llegar a hacer política de esta verdadera, hay que hacer muchas estrategias inútiles y perder mucho tiempo, y yo tengo que escribir dos libros hacer “LA GRANJA DEL BARRANCO” y mi “EL BARCO DE POCAGUA”.

Yo si fuera política, actuaría según mi criterio, y no permitiría que una mujer con cuarenta y cuatro años y cuatro hijos, tenga que mendigar una receta médica para que le den unos simples anticonceptivos, encima sin subvención de la seguridad social, más de treinta euracos los tres meses.

Hoy di un mitin en el centro de salud de guarda y en la farmacia, eso que ya no se puede.

Debíamos de obligar a esta gente a que dispensen medicamentos necesarios para mantener la igualdad que tantos años teníamos ganada las mujeres – dije - Debíamos de quemar todas las farmacias objetoras de conciencia de Jaén ni poyas - pensé. 


Poya de puñado de pan se escribe con y griega.

Yo necesito convencer a los buenos y a los malos. 

El otro día el presidente en funciones hablaba de los malos, refiriéndose a nosotros, no se daba cuenta de que a los suyos, a los buenos para ellos, ya los tenía convencidos. 

¿De qué sirve dar un discurso entre convencidos?

Lo meritorio es convencer a uno que no lo está, y ese, seguramente no esté en un mitin. Yo he convencido a una al menos, mi amiga Emma. ¿Os acordáis de mi amiga Emma a la que tuvimos que animar a votar las anteriores elecciones? Imagínate que lo hizo y no ha servido para nada, esta vez ni pensaba ir, claro está. 

Al final la he convencido, porque vota por el Barranco que no ha podido porque se ha muerto. 

-          Papa, vota por correo que mira Blanca, lo ha hecho así porque si está en Málaga y no puedo ya lo tiene hecho - le dije. 
-          ¿Y yo para que quiero ir a Málaga?  - me dijo.
-          Papa, pero si estás ingresado…
-          Pues que me lleven. ¿No me llevan a las pruebas y a los tratamientos? Yo no me pierdo votar, si voto por correo luego no puedo ir.

Al final, se ha muerto y no ha votado, pero como va a votar Emma por él. ¡BARRANCO DESCANSA EN PAZ!






NOTA: cuando sea vieja, yo votaré por correo siempre, aunque no esté mala, y luego iré a molestar a ver si ha llegado mi correo, y así , si me muero, votaré después de muerta.

2 comentarios:

  1. escribas como escribas, aunque sea así de mal, así de torpe, asi de "no eres tu, es tu corazón-motor fuera de ti" siempre te voy a seguir. El día que no lo haga te lo digo. TS (no vale preguntar por el TS)

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