Cualquier persona que aparentemente analice esta cuestión, llegará a la conclusión de que cualquier hombre que se me arrime, sufrirá la mayor de las desgracias.
Me duele lo mal visto que está ser yo. En todos los sentidos, aunque prefiero mi vida a la de miles de millones de seres humanos que son preciosos a los ojos del Señor.
Siento decir, aunque no se lo crea ni Dios, que no consiento
ser una carga para nadie, por lo tanto, mis hijos no suman carga, solo yo los llevo, y a mí no me pesan.
Las personas que han estado a mi lado, tanto parejas como amigos y familiares, creo que no pueden nada más que decir que doy, incluso suerte.
Las personas que han estado a mi lado, tanto parejas como amigos y familiares, creo que no pueden nada más que decir que doy, incluso suerte.
Doy suerte señores, siempre por casualidades de la vida, la
gente a mi lado se recupera emocionalmente, económicamente, encuentran novia o novio… les salen trabajos social-mente
bien mirados, no como el mío.
Algunos, hasta se olvidan de felicitarme por Navidad después, porque nada me deben, todo fue un golpe de suerte como yo siempre les digo, aunque lo entiendo, yo tampoco felicito nada más que a las personas importantes
de mi vida.
Si no te felicito este año por Navidad, no me lo eches en
cara, coño, que estuvimos hablando hace un rato. Tampoco vale si tomamos café hace
días. Ni si estuvimos de cañas, o arreglando algún asuntillo.
Hablo de la gente que hace miles de millones de años que no
felicito, que no hablé con ellos en todo el año, que posiblemente no me
felicitaron para mi cumpleaños ni yo para el suyo, que no se han enterado ni de
que mi padre ha muerto, que no saben ni tienen porqué saber nada de mí, a no
ser porque lean el blog o miren mi muro en silencio.
Yo también fisgoneo donde no me llaman de vez en cuando,
sobre todo cuando el face me avisa de algún evento importante y veo como las
vidas de los que pasaron por mi vida, son social-mente más bonicas que la mía,
más de palmadita en el hombro del cura, más de medalla de honor.
A todos ellos, gracias por venir.
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