¿Qué esperáis?¿eh?
No sé muy bien como os escandaliza que digan que si la mujer
se quedara en casa no tendríamos problemas de empleo, si es la verdad
verdadera. Si cada mujer que está usurpando un puesto que puede ocupar un
hombre, como conductora de autobús, funcionaria, policía, bombera… se quedara
en casa, otro gallo nos cantaría.
Las mujeres son necesarias para ciertos puestos de trabajo,
y siempre han estado ahí, cuidando de nuestros enfermos, en la familia y fuera
de la casa. ¿O vais a decir que es de ahora que en los hospitales, en las guarderías
y residencias de ancianos no hay mujeres? Lo que es que ahí no puede entrar un
hombre, porque se lo comen.
Encima no puedo expresarme con libertad, en este país de
ahora.
La mujer se mete donde no debe. En política, ¿qué hacen? Las
podemos, perdón, ponemos ahí para cubrir el expediente, pero si no fuera porque
cada cuatro años votan, se les acababa el chollo.
¡Se harían las cosas como Dios y la Patria manda!
Lo primero que hicimos mal fue lo del voto femenino, ese fue
nuestro gran error.
Al principio venía bien unos ingresos extras en la familia
nunca vienen mal, pero es que ya, es como un derecho que van cogiendo, que de
vez en cuando hay que aclarar. Si ellas
se van a trabajar, ¿quién cuida de los niños? Otras mujeres, ¿no? ¡Y qué más da!
Pagan porque otras cuiden de sus hijos, ¿No es absurdo?
Yo no sé por qué se rasgan las vestiduras, cuando es por su
bienestar. Lo mismo es levantarte por la mañana y llevar a tu hijo sin prisas
al colegio, tomar un café con las amigas, hacer algo de ejercicio para mantener
tu bonita figura, y luego ir a comprar comidita rica para tu familia, cocinar
tranquilamente mientras recoges las cuatro cosillas que salen por la casa… que
levantarte a las cuatro de la mañana, porque tenías una lavadora puesta, ya que
estás no te acuestas, para que te dé tiempo a hacer más cosas: despertar a los niños, meterle el bibi, ponerle el buzo para que no se enfríen, cargar uno en cada
brazo, porque te da miedo subir y bajar, dejando uno arriba y otro abajo,
atarlos, correr a la guarde, soltar a los niños, cambiar el coche por la moto
porque por el centro no hay quien aparque, subir con el frio en la moto y
llegar a las nueve de la mañana a tu trabajo.
Después de salir, comprar algo rápido para comer, llegar a
casa, cocinarlo (muy malamente, porque cocinas de pena) comer e ir a recoger a
los niños, para poder verlos un poquito, antes de volver corriendo con la moto porque
si no no aparcas(a pesar del resfriado) al trabajo hasta las ocho.
Al salir, quedan tiendas abiertas, para comprar algo para la
cena, y tus niños te esperan en casa, con muchas ganas de verte y tú a ellos y
te los comes a besos, y los bañas, y los tocas, y les das muchos abrazos, y les
pones todas sus cremitas y juegas con sus barriguitas y les cuentas cuentos o
les pones las cintas, y después dormirlos, ya cenas tú y te acuestas.
Y que te llamen a las cuatro de la mañana, y que acuerdas
que tienes una lavadora, y que ya de camino la tiendas, y que ya que te pones
friegas los platos de la cena, y sigues con un café y empiezan las primeras
luces del día, y así sucesivamente.
Que te escapes en la hora del desayuno y recorras toda la
ciudad corriendo para ver como tus hijos se zambullen el primer día de su curso
de natación en el agua, con el calor que hace en la piscina climatizada si
vienes corriendo a toda pastilla. Y que una mamá de las otras, te diga que no
te preocupes, que ella les echará un ojo.
Y no sigo, porque mejor me callo que ya me van a dar la del
pulpo, Maria del Mar ya no me ayuda más con mi renta ni con el papeleo de la Lengua.
(tres segundos de silencio)
(tres segundos de silencio)
Bueno, un poco más.
¿Cuáles serían las políticas correctas?
Educación en los colegios, desde muy pequeños, y en las familias, y en la puñetera sociedad.
¿Cuáles serían las políticas correctas?
Educación en los colegios, desde muy pequeños, y en las familias, y en la puñetera sociedad.
¿No hemos evolucionado con la cultura del tabaco?
Porqué en esto no.
Que a los niños se les meta el veneno dentro desde pequeños,
que cuando nazca un bebé, se den tortas el padre y la madre por cuidarlo, que
cuando ese bebé sea mayor no distinga entre un hombre y una mujer, porque ambos
se dan tortas por pedirse los permisos necesarios para cuidarlos. Que los
empresarios, que ya han sido educados en igualdad, comprendan y asuman que ha
nacido un bebé en esa familia, no de esa mujer.
Que realmente seamos libres para cuidar a nuestros hijos, no
que parece que se comete un delito.
Yo tengo cuatro, dos parejas de mellizos, otro día te cuento
lo bien visto que está.
Que cuando nazca un bebé, que es una cosa tan chica y tan preciosa,
con esa piel tan sube y tan bonica, que es supergracioso, a los niños, como a
las niñas, les enseñemos que es lo más grande. Que se puede jugar con él, igual
que se juega con un coche, que se puede bañar, igual que bañas a tu perro, que
puedes limpiar tu casa y dejarla bonita, igual que aspiras tu coche y lo dejas
impecable, que se puede disfrutar, a pesar de que son un coñazo cuando se ponen
a meterte el dedito en la nariz en las siestas.
¡YO SI PUEDO ME GRABO!
No podemos exigir derechos las mujeres, si antes no pedimos el
más importante. La siembra de derechos, el derecho a la educación en igualdad.
Y eso en nuestros colegios, queridas, deja mucho que desear.
Y en nuestras familias, ni te cuento.
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