domingo, 6 de noviembre de 2016

¡NO A LAS FEMINISTAS!

¿Qué esperáis?¿eh?
No sé muy bien como os escandaliza que digan que si la mujer se quedara en casa no tendríamos problemas de empleo, si es la verdad verdadera. Si cada mujer que está usurpando un puesto que puede ocupar un hombre, como conductora de autobús, funcionaria, policía, bombera… se quedara en casa, otro gallo nos cantaría.
Las mujeres son necesarias para ciertos puestos de trabajo, y siempre han estado ahí, cuidando de nuestros enfermos, en la familia y fuera de la casa. ¿O vais a decir que es de ahora que en los hospitales, en las guarderías y residencias de ancianos no hay mujeres? Lo que es que ahí no puede entrar un hombre, porque se lo comen.
Encima­ no puedo expresarme con libertad, en este país de ahora.
La mujer se mete donde no debe. En política, ¿qué hacen? Las podemos, perdón, ponemos ahí para cubrir el expediente, pero si no fuera porque cada cuatro años votan, se les acababa el chollo.
¡Se harían las cosas como Dios y la Patria manda!
Lo primero que hicimos mal fue lo del voto femenino, ese fue nuestro gran error.
Al principio venía bien unos ingresos extras en la familia nunca vienen mal, pero es que ya, es como un derecho que van cogiendo, que de vez en cuando hay que aclarar.  Si ellas se van a trabajar, ¿quién cuida de los niños? Otras mujeres, ¿no? ¡Y qué más da! Pagan porque otras cuiden de sus hijos, ¿No es absurdo?
Yo no sé por qué se rasgan las vestiduras, cuando es por su bienestar. Lo mismo es levantarte por la mañana y llevar a tu hijo sin prisas al colegio, tomar un café con las amigas, hacer algo de ejercicio para mantener tu bonita figura, y luego ir a comprar comidita rica para tu familia, cocinar tranquilamente mientras recoges las cuatro cosillas que salen por la casa… que levantarte a las cuatro de la mañana, porque tenías una lavadora puesta, ya que estás no te acuestas, para que te dé tiempo a hacer más cosas: despertar a los niños, meterle el bibi, ponerle el buzo para que no se enfríen, cargar uno en cada brazo, porque te da miedo subir y bajar, dejando uno arriba y otro abajo, atarlos, correr a la guarde, soltar a los niños, cambiar el coche por la moto porque por el centro no hay quien aparque, subir con el frio en la moto y llegar a las nueve de la mañana a tu trabajo.
Después de salir, comprar algo rápido para comer, llegar a casa, cocinarlo (muy malamente, porque cocinas de pena) comer e ir a recoger a los niños, para poder verlos un poquito, antes de volver corriendo con la moto porque si no no aparcas(a pesar del resfriado) al trabajo hasta las ocho.
Al salir, quedan tiendas abiertas, para comprar algo para la cena, y tus niños te esperan en casa, con muchas ganas de verte y tú a ellos y te los comes a besos, y los bañas, y los tocas, y les das muchos abrazos, y les pones todas sus cremitas y juegas con sus barriguitas y les cuentas cuentos o les pones las cintas, y después dormirlos, ya cenas tú y te acuestas.
Y que te llamen a las cuatro de la mañana, y que acuerdas que tienes una lavadora, y que ya de camino la tiendas, y que ya que te pones friegas los platos de la cena, y sigues con un café y empiezan las primeras luces del día, y así sucesivamente.
Que te escapes en la hora del desayuno y recorras toda la ciudad corriendo para ver como tus hijos se zambullen el primer día de su curso de natación en el agua, con el calor que hace en la piscina climatizada si vienes corriendo a toda pastilla. Y que una mamá de las otras, te diga que no te preocupes, que ella les echará un ojo.
Y no sigo, porque mejor me callo que ya me van a dar la del pulpo, Maria del Mar ya no me ayuda más con mi renta ni con el papeleo de la Lengua.

(tres segundos de silencio)

Bueno, un poco más.

¿Cuáles serían las políticas correctas?

Educación en los colegios, desde muy pequeños, y en las familias, y en la puñetera sociedad.
¿No hemos evolucionado con la cultura del tabaco?
Porqué en esto no.
Que a los niños se les meta el veneno dentro desde pequeños, que cuando nazca un bebé, se den tortas el padre y la madre por cuidarlo, que cuando ese bebé sea mayor no distinga entre un hombre y una mujer, porque ambos se dan tortas por pedirse los permisos necesarios para cuidarlos. Que los empresarios, que ya han sido educados en igualdad, comprendan y asuman que ha nacido un bebé en esa familia, no de esa mujer.
Que realmente seamos libres para cuidar a nuestros hijos, no que parece que se comete un delito.
Yo tengo cuatro, dos parejas de mellizos, otro día te cuento lo bien visto que está.
Que cuando nazca un bebé, que es una cosa tan chica y tan preciosa, con esa piel tan sube y tan bonica, que es supergracioso, a los niños, como a las niñas, les enseñemos que es lo más grande. Que se puede jugar con él, igual que se juega con un coche, que se puede bañar, igual que bañas a tu perro, que puedes limpiar tu casa y dejarla bonita, igual que aspiras tu coche y lo dejas impecable, que se puede disfrutar, a pesar de que son un coñazo cuando se ponen a meterte el dedito en la nariz en las siestas.
¡YO SI PUEDO ME GRABO!
No podemos exigir derechos las mujeres, si antes no pedimos el más importante. La siembra de derechos, el derecho a la educación en igualdad.
Y eso en nuestros colegios, queridas, deja mucho que desear. Y en nuestras familias, ni te cuento.  

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