viernes, 25 de noviembre de 2016

MI REALIDAD DISTORSIONADA


Mi realidad y la de los míos, siempre estará distorsionada, claro que sí. Mis hijos de sobra saben que soy rica, que siempre tengo un fajo de billetes escondidos debajo de una baldosa. Aquí estoy, en un hotel de lujo, con una cama que es lo mismo de larga que de ancha.

Mi verdad, siempre será buena, a mí todo lo que me pasará será bueno, y si algo malo o medio malo viene, será para bien, porque detrás y como consecuencia de este hecho, vendrá algo maravilloso.

Como un parto.

No creas que yo no sé cuándo se me va algo de las manos, cuando, alguno de mis sueños empieza a desvanecerse por imposible, pero no lo reconoceré.  Jamás.  

Prefiero morirme en el asilo diciendo que ya casi tengo terminada la granja, que me dejen salir para terminarla, antes de reconocer que la tengo abandonada desde que empecé con el libro de Miguel.

Yo misma me busco las escusas para justificarme, pero es cierto que ese sueño está de capa caída, que necesitaría un golpe de suerte, un poco de pasta fácil, para poder seguir poniendo ilusión allí arriba.

Ahora de momento, estoy descansando de viaje. La semana que viene, pretendo terminar mi quinta casa, con mis obras ilegales con cartón piedra. Digo yo, que casi no sería ni denunciable, porque yo a mis casas les meto un misto y todo vuelve a quedar como cuando lo encontré.

Que por cierto, no es una amenaza, pero por si acaso a alguien se le ocurre denunciarlas.

Además, no estaré allí para verlo, lo tengo todo calculado. En el momento que termine mi hipoteca, me meto en mi casa-furgo y me voy a vivir fuera de esas paredes. Siendo esto cierto, a ver a quien le notifican nada, a ver a quien buscan las cosquillas.

Esa es mi realidad, distorsionada, claro. Que escribo, cierto, que he escrito varios libros, cierto, que soy rica y una reina, cierto también. El que quiera, que venga y lo vea, y que se atreva a decirme que mi capa es una manta.

¡Que yo por mi realidad distorsionada mato! O por lo menos, pego cabezazos, que ahí nadie sabe quién pegó a quien.
Conste que hubo una semana que el blog se volvió loco con las entradas y parecía que de verdad el sueño se iba a realizar, el de ser una escritora de verdad. 
Al final me voy a tener que conformar con ser la reina.

1 comentario: