miércoles, 20 de junio de 2012

LOS BARRANCOS DE ESTA CASA

Y en la fiesta fin de curso sola, como siempre. Hace mucha calor en este patio.

No soy la única. Aquí solas las madres. Brillan por su ausencia los padres.

Ya pasó la rabia, ya pasó. Ahora solo lamento el abandono que hice de algunas de mis aficiones o deberes de madre. Dos años haciendo obra, y organizando mi casa, mi cabeza, mis rencores y mis venganzas.

Me faltaron los detalles que hacen diferenciarse a una madre, de una buena madre.

 Me faltaron muchas risas, tiempos y tonterías, me faltaron los deberes de diario, me faltaron los regaños.

Ahora vuelven, ya volvieron, para quedarse por muchos años.

No se muy bien porqué, mis hijos me siguen respetando, siguen haciéndome caso, a pesar de que tienen muchas cosas que echarme en cara, y ya tienen edad de hacerlo.

No se porqué me perdonan y olvidan los desaires de este año, también se que no lo perdonarán jamás.

Quizás sea porque se me nota, la cara de idiota, se me nota que disfruto de su presencia y sufro sus ausencias.

Quizás sea porque nos queremos un montón los Barrancos de esta casa.

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