jueves, 14 de junio de 2012

UN BUEN POLVO, UN POLVO BUENO.

La desconfianza es un sentimiento nuevo para mí, pero se ha instalado profundamente en mis sesos.

Ahora vivo el momento y me dejo llevar, pero parto de la base de que me engañan siempre. De ese modo no me llevo desengaños.

Poco a poco confío, pero muy lentamente. Y siempre queda la última pincelada de desconfianza en todos los movimientos que percibo a mi alrededor.

No tendré que decirme a mi misma “¿ves? te lo dije” porque parto de ahí, del engaño.
Todos nos auto-engañamos diciendo, a mi no me pasará, todo irá bien.
Arranco de mi corazón sentimientos que nacen, para no dañarme.
Los escupo cargados de sangre, negra.

Y solo quiero saber si podré comer. Alimentar a mis hijos y a mis deudas.

Procuro no dañar a nadie, pero si que es verdad que no me muestro.
Eso me hace parecer más interesante e inteligente de lo que en realidad soy.
Una ventaja para muchas cosas.

No confío en el futuro. Es un ¡puto traidor! Siempre cambia de planes conmigo.
No tengo confianza en el pasado porque creo que fue una gran mentira.
No confío en el presente, en ese menos que en ninguno, porque no existe, simplemente. Es una puñetera invención de los matemáticos que se sacaron las horas de debajo de la manga para desviar nuestra atención contando minutos en lugar de momentos.

No es lo mismo contarte un minuto, que contarte un momento. Yo te contaría muchos momentos, momentos buenos y malos, momentos que sumados hacen que la vida pase y muramos. Al final todos seremos polvo, un polvo bueno, eso si, un buen polvo, eso es lo único que soy y seré.

1 comentario:

  1. Tu seras polvo de estrellas o mejor una estrella grande y luminosa.
    Besos con sabor de la Llanada Alavesa.

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