ME COMPARTO

Engañar no compensa. Nada no se puede contar, absolutamente nada. Solo debes asumir las consecuencias de tus actos y esperar la respuesta de tu receptor.

Es posible que las consecuencias de contar algo sean negativas a primera vista, pero no sabrás nunca si lo son hasta que el tiempo ponga las cosas en su sitio.

Un divorcio puede parecer negativo y para mí, fue la cosa más importante y positiva de toda mi vida, después del nacimiento de mis hijos.

Lo que no soporto es el engaño, porque es injusto. Ofreces una información que coacciona la libertad de actuación del otro implicado en los hechos que ocultas.

Con la verdad por delante se puede aceptar muchas cosas como normales y naturales.

Esta puñetera sociedad nos enseña solo por estabilidad económica, social y familiar, que la forma de vida en pareja, con fidelidad es la ideal. No lo es, no es lo natural, no es necesaria para amar. Solo lo es por conveniencia, por tradición, pero no es lo normal en la naturaleza.

Hay pocos ejemplos de vida en pareja con fidelidad incluida hasta la muerte en el mundo animal, yo solo conozco al caballito de mar y al castor, supongo habrá alguno más, pero soy una ignorante en muchas cosas como veréis, en esta también.

La convivencia es una lacra. Imaginemos un mundo nuevo donde las personas vivan en comunidad pero de forma individualizada. Casas más pequeñas unipersonales enredadas por lazos de amistad y amor. Cariño compartido pero no pelos en el lavabo, no a los calcetines sucios dentro de las sábanas, no a los platos sin fregar de tu compañero o era.

Puedes sumar o no a tu forma de vida la fidelidad, todo depende del temor a perder al otro.

Yo necesito mucho hablar, no puedo follar si no hablo. Cada día tengo menos paciencia para empezar desde el principio de mi vida y además el tiempo es limitado. Si te hablo, puedes tener por seguro que te follo. Si te hablo y te follo te seré fiel, pero solo por falta de tiempo, no por convicción. No la pido ni la doy, pero ocurre que no se follar a palo seco, no es mi forma natural de amar.

Necesito hablar para confiar, para poder volcar mi imaginación en mis palabras y en mi cama. Esta es mi forma de vida, individualista y libre, pero pendiente de todos los que me quieren y a los que amo.

Hablo muy deprisa, casi tan rápido como escribo, excepto cuando me pongo tontita con el alcohol. En realidad hablo por escrito, como veréis los que me leéis.

Tengo para todos, si no que le digan a mi amiga Nela, como tenía la cabeza, loca. Se ha quedado descansando después de casi diez días de convivencia continuada.

Yo me comparto y me organizo para mis amigos, mis niños, mis amores, para todos a los que quiero darme y que me inspiran confianza.

Hay una frase que me dijo mi amigo Ángel hace poco: “Tenemos muchas ganas de ti”. En singular podría significar otra cosas, pero en plural es mucho más bonita.