Cuando una pareja que comienza se plantea las cosas que no
puede hacer por estar juntos, mejor dejarlo. Si es un hijo ni te cuento, siempre quedará esa carencia.
Un compañero o compañera, debe sumar. Compartir su tiempo en la medida de lo posible, sin alejarte de tu vida anterior, tus amigos, tus aficiones...
Cuando uno de los dos se siente desubicado si lo metes en el
mundo del otro, mejor no sigas, esto ocurrirá siempre.
Yo no digo que no se puedan hacer cosas juntos, pero uno de
los dos estará esperando a ver cuándo le toca al otro ir a su mundo, con las
ganas forzadas, la media sonrisa y el:
- Si, si, si, me encanta.
- Si, si, si, me encanta.
No se puede unir agua y aceite si no es con un tremendo
esfuerzo y solo por un momento. En cuanto dejas de trabajar la mezcla, cada uno vuelva a su
sitio, ambos quedan en reposo, en paz.
No funcionan así las cosas, no todo se puede arreglar con
amor.
Hay que fluir de forma natural, por inercia, compartiendo cosas que ambos
disfruten, en mayor o menor medida.
En caso contrario, es como fingir un orgasmo para que el
otro no se sienta mal y esperar a que el próximo polvo te toque a ti disfrutar.
No te digo nada, si te toca esperar más que disfrutar y empiezas a medir y pensar, cuando fue la última vez que disfrutaste, cuantos te debe, cuando te toca ...
Hay personas que se enamoran y se tiran toda la vida
haciendo eso por amor. Otras, las más tontas, que cuando ocurre lo contrario,
no se enamoran por iguales. Y a lo mejor son heteros y de distinto sexo.
Si se hacen esfuerzos por encajar
con la persona de la que te has enamorado, ¿por qué no esforzarse por
enamorarse de la persona con la que encajas y fluyes en libertad?
LVM
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