miércoles, 22 de abril de 2015

IGNORANTE

¡Qué queréis que os diga! soy una ignorante. 


No leo y me dejo engañar, sabiendo que pase lo que pase yo al final saldré ganando. No se nunca cuando esto ocurrirá pero mi confianza en que ocurrirá acaba haciendo que ocurra.

Esto le da mucho coraje a mucha gente, que lee, está documentada y siempre atenta a todas las letras que pasan por sus manos. Les da coraje que yo les pregunte sin leer y ellos tengan que confirmar o desmentir, aunque en el fondo les encanta poder hacer eso.

Tienen rabia sobre todo, porque la suerte está siempre de mi lado, el viento a favor, y no me da miedo decirlo, lo digo.

Sé que mucha gente no lo diría por si cambia su suerte, pero es que a mí me da igual que la suerte sea buena o mala, yo al final, siempre salgo airosa. Si es mala por algo será y si es buena, pues mejor que no hay que hacer nada para cambiarla.

Si el viento viene de cara, yo me doy la vuelta y camino con él a no ser que lo que quiera es que me peine el pelo. Por eso siempre tengo el viento a mi favor.

Si queréis hablar bien de mí, no digáis nunca: es una tía muy lista, sabe de todo. Tiene siete carreras, está preparada…

Fallaréis, solo hice un FP de segundo grado, pero la verdad, oportunamente uno muy importante para mi época, porque estudiar informática en el año 89 te aseguraba el trabajo.

Os pondrán colorados porque a mí se me saca muy pronto las faltas y las carencias en ese sentido. Estoy recordando ahora los nombres de los ríos de España con mi hija, todo lo olvido.

No me hables de cargos políticos, ni de escritores, ni de actores, ni música ni películas, ni noticias, ni libros... todo lo que alguna vez vi, o leí, o escuché; lo olvidé.

Solo me acuerdo de ayer y de ahí palante.

Si tiro del hilo soy como una vieja de cien años, sale una y otra cosa de las que sé, y parezco sabia, pero no me preguntes por nada que no se la respuesta, al menos en este momento, ni recuerdo tu nombre a primera vista.

¿Quién eres?

No puedo decir que admire a ese tipo de personas que son una enciclopedia andante, aunque son necesarias para nosotras, las otras, suelen empequeñecer a los que los rodeamos.

Una vez conocí a un cantante al que admiro por sus letras. Mucho.

Un cerebro afortunado. Estaba nervioso por mi presencia, sobre todo porque no abrí la boca en toda la noche. Lo escuchaba con ojos de burro. Fue un lujo escucharlo hablar, buena memoria además de ingenio con las letras de sus canciones. No me decepcionó para nada, pero me sentí pequeñita. Cuando nos quedamos a solas un momento y no pude callar por más tiempo le dije:

-          Tienes que resumir.

Resumir es muy importante para no aturdir a los que nos rodean. Yo lo hago continuamente y a veces pienso que lo he dicho, pero no lo he dicho para no asustar. Mis pensamientos los pongo aquí que por suerte solo me leen unos pocos. En persona tendrás a una payasa que solo dice tonterías sin importancia.

Todo eso para deciros que me avergüenza mi profesión. No servimos para nada. Poco nos pagan pero menos merecemos. Yo no quiero ser esto, yo quiero ser del sector primario. Quiero poder trabajar con mis manos y solo por un sueldo mísero. Pero que al final del día, pueda reconocer lo construido. Que pueda producir materia.

Demasiado me pagan para lo que merezco, mierda de ciudad, sin industria, sin cultivo, solo señoritos y olivos. 

LVM

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