sábado, 25 de abril de 2015

¡QUÉ DESPERDICIO!

¡Qué desperdicio!

¡Qué tiempo más tonto!

Con la de cosas que hubiera hecho,
 y yo aquí, oliendo tu besos.

¡Qué montón de horas!

Parados bajo el agua 
calentita de tu ducha, 
¡qué desperdicio! 
perder el tiempo en eso
y comidas de sexo. 

¡Qué desperdicio niño,
 el haberte conocío!

Que desperdicio 
que ya no hay principio, 
que ya no se vuelve, 
que no sea contigo.

Cuantas cosas podrían haber sido, 
que montón de tiempo perdío 
recreándome en tu cuerpo, 
cabalgando sin avanze, 
sin montura y sin espada,
sin agarre 
arrancando a tus crines
y que tú desde ahí me mires.

¡Lo que podría haber hecho, 
después de tanto tiempo!

¡Qué desperdicio, 
si yo ya no duermo! 

Que despilfarro 
acariciando tu pecho. 

Si yo ya no duermo,
no tengo más sueño. 
oler tu piel, 
buscarte en mi pelo.

Las manos que me hurgan,
 ya no están durmiendo.

¡Qué desperdicio!

Otra vez volvemos, 
a embestir la cama, 
a perder el tiempo.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario