Cuando era niña era feliz solo con ir al cole y a teatro. Con
hacer los deberes en casa de Don Antonio, jugar en la plazoleta a cromos,
pinchiqui; escaparme en verano al río, que mi madre trajera comida rica, flanes y yogures, y comérmelos despacico. Hacer plasti viendo los payasos de la tele, peinar a mi madre subida
en el respaldo del sofá, que ella me buscara piojos aunque no tuviera
posibilidades de encontrar ninguno, con todo eso era yo feliz.
Las necesidades que tengo ahora, se acercan mucho a estas. De
verdad que soy muy feliz sin nada más. Me gustaría saber cocinar como mi madre.
Llámame simple.
Ya no tengo aspiraciones. Mis actividades son simplemente
eso, cosas que hago.
Al principio pensaba que podría sacar partido de ello, pero
ya, tengo claro clarísimo que con la crisis económica que tenemos, no existe posibilidad alguna de ganar nada con las artes.
La solicitud de poner publicidad en mi blog, fue rechazada
porque el contenido del mismo no se adecuaba al perfil de los publicistas.
Por todo eso, mis actividades, monólogos, poesías y demás, han pasado a ser, un pasatiempo más como cuando hacía teatro en el cole.
Por todo eso, mis actividades, monólogos, poesías y demás, han pasado a ser, un pasatiempo más como cuando hacía teatro en el cole.
Me da un poco de cosa, todo lo que se está preparando mi
hija, yo al menos, no confío en el éxito de su profesión. Aunque es muy tenaz,
a lo mejor consigue ser seño, o artista callejera. A lo mejor puede conseguir
techo y comida. Sé que con eso y
tocando, ella sería feliz , y lo más importante, es muy feliz ahora, sus días están pasando muy dichosos.
Bueno, a lo que iba, entre las necesidades de los seres humanos siempre nos queda a todos la necesidad de hablar, por viejos que seamos. La de follar se va perdiendo, la de viajar y divertirse empieza a decaer cuando las fuerzas no acompañan, pero la de hablar, es una necesidad de por vida.
Comparto con amigos esta necesidad y me apaño requetebién. Ayer me llamó un amigo, desesperao por hablar. Había escuchado un programa de radio, donde un grupo de expertos: juristas, periodistas, policías… hablaban sobre la Ley Mordaza.
Mi amigo me llamó echando chispas, yo le conté lo que había
hecho durante el día y así nos quedamos los dos mejor que si echamos un polvo.
Estamos indignados, sabemos lo que hacen estos del gobierno
de ahora. Estos personajes tontos no son. Saben que todos tenemos móviles para
grabar las cargas policiales y que queda muy mal políticamente ver al brazo
ejecutor de sus órdenes, haciendo que el pueblo escupa los dientes, o eche
sangre por las orejas tras reventarles los seso con una arma de defensa legal
de la autoridad.
¿Qué hacen? Multar mucho y mejor. ¿Cuál es el secreto? Que la
cosa no pueda ni pasar por un juez, que sea solo una sanción administrativa, de
ente 100 y 30.OOO Eurillos de na.
La mayor represión que podemos sufrir los de abajo es la
económica. Las hostias duelen, pero nada más. Yo nunca he llorado en una pelea,
pero me hinché cuando me dijeron son trescientos este mes. Es una represión
discreta y silenciosa. Civilizada.
Escuchad la entrevista verás que necesidad te da de golpe de
contarlo.
En fin, a lo que voy, el ser humano tiene una serie de
necesidades dependiendo el momento de su vida. Si no tienes hijos quieres, si
los tienes quieres que se hagan independientes, si no tienes pareja la buscas,
si no tienes amigos que te escuchen y te hablen... estás perdio.
LVM
LVM
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