- Mamá, ¿Existe un hombre que pueda tocar el cielo?
- Claro, todos los hombres y las mujeres, los niños, los perros, todos lo hacen y nosotras también, mira – alzo la mano y palpo.
- Pero eso no es el cielo, es el aire.
- Como que no, ¿tu te acuerdas de lo que estudiamos el otro día para Cono? El suelo que pisamos es la geosfera, el agua que corre por el suelo o debajo del suelo, o la que tocamos cuando nos bañarnos en la playa o la que sale por nuestros grifos y bebemos, es la hidrosfera y la última capa, que va desde el suelo hasta fuera era laaaa…
- La otra mamá, la otra, la que falta.
- Pues esa capa lo envuelve todo es el cielo. Va desde el suelo que pisamos hasta las nubes.
- ¿Y las estrellas?
- Las estrellas están detrás de cielo; lejos, lejos. Pero podemos tocarlas también, ¿o no te acuerdas cuando dormimos en la terraza, que las vamos tocando para contarlas? De pequeña contabas muchas, solo hasta tres, pero muchas, muchas. Un dos tres, un dos tres, un dos tres...
- ¿Y los aviones?
- Esos son elementos incluidos por el ser humano, como las casas, ¿recuerdas? Las personas que van en los aviones, no pueden tocar el cielo y si lo hacen, mal asunto. Ni tú tampoco si estás dentro de casa. Tienes que salir a la calle, para tocar el cielo. Toca toca… también en nuestra terraza, por eso siempre digo que es el tesoro de nuestra casa.
- Las nubes están muy lejos, no podemos tocarlas.
- Desde aquí se ven lejos, pero si subes a una gran montaña, como yo hice hace poco, encontrarás que las tienes bajo tus pies. Y si caminas hacia ellas, verás como se te nubla la vista, por las nubes. Hay ciudades en el mundo como Londres, que siempre están llenas de nubes por la calle.
Al final, concluimos que sí que hay hombres que pueden tocar el cielo, pero para eso han de salir de casa, aunque a veces puede haber hombres que toquen el cielo sin salir, pero eso, ya te lo explicaré cuando seas mayor, que aún eres muy chica.
NOTA 9/12/2017: por eso siempre digo, que en el Barco de Pocagua estoy moviendo cielo y tierra.
Todos mis relatos son hechos de mi pasado o imginarios de mi futuro. Pretendo que no se produzca la fusión de mi núcleo, la gran explosión. ¡NO LEO!¡NO ESCRIBO!¡SOLO HABLO POR ESCRITO! Una preguntao me asalta: ¿Si muero,seguiré hablando mientras siga colgado mi Blog? Yo hablo, no escribo, hablo con letras que no es lo mismo ¿Seguiréis escuchándome después de muerta?
martes, 10 de enero de 2012
lunes, 9 de enero de 2012
LENGUA Y SR.A
Apareció por el escenario una niña grande con una minifalda de volantes y una camiseta de tirantes. Su pelo rizado y tieso, y muy, muy hueco, cardado como una vieja, pero con las puntas a su aire. Aparece y se presenta:
- Hola soy Lengua y ¿tú?
Saluda uno a uno a todos los niños y niñas que hay en el recinto, a toda velocidad, y sin dejar ninguno fuera: - Hola - mirando a Sonia – hola – mirando a Antonia – Hola soy Lengua, hola, hola, hola, choca, soy Lengua ¿y tú?, hola ¿Isidoro? ¡cucha como mi madre!, ¿Andrés? Te quieren por el interés… hola, hola, ¡Hombre! – se encuentra a un niño conocido ya por otras ocasiones, y lo abraza, lo toquetea, le da mil besos - ¡cuánto tiempo! – se sienta a conversar con él, olvidando que hay más niños que esperan la actuación.
Mientras conversa con los niños, aparece un payaso muy, muy tímido, que anda muy despacio, intentando que nadie se de cuenta. Se sienta en una silla con su guitarra, y se queda mirando al vacío, como el que espera en la parada del metro.
Nadie se dará cuenta, y hasta que los niños no indiquen a lengua que tiene un compañero en el escenario, ella seguirá saludando y sentada entre los niños.
-¿Qué pasa? – los niños y niñas le dirán que mire al escenario.
-¿Quién? ¿Qué? – AAAAhhhhhh!!! – un gran grito de susto cuando lo descubra en el escenario, hará que todos salten del suelo, incluido el payaso tímido - ¿Qué haces ahí?
La respuesta de su compañero será siempre muda, tímida y con gestos, indicará que él está haciendo bien su trabajo, que ha de comenzar la actuación.
Lengua se sube al escenario y vuelve a decir hola soy… deja que los niños terminen la frase. Hola soy… y este es el Señor…
El payaso mudo no contesta, solo abre la boca muy, muy grande, gesticulando la letra A.
-Este es el Señor… insiste Lengua.
Tras varios intentos, Lengua cuenta a los niños que su compañero no habla, que solo emite sonidos que parecen palabras o alaridos del infierno cuando canta con su guitarra, pero que el resto del tiempo no habla. Que tendrán que adivinar cual es el nombre de su compañero, leyendo en sus labios.
Vuelve a repetir, este es el señor… varias veces, hasta que los niños digan la letra A.
-¿Llevan razón los niños? ¿Eres tú el Sr. A?
Y el payaso tímido, asentirá con la cabeza muchas veces y muy rápido. Sr.AAAAAA. A partir de ese momento, cada vez que Lengua se dirija a él lo llamará Señor A y cada vez que el quiera llamarla, sacará la lengua y los niños serán los que traduzcan al payaso tímido.
-¿Y yo? Señor A, dile a los niños como me llamo.
Y Señor A sacará mucho, mucho la lengua, hasta el punto de dar mucha risa.
-¿Queréis ayudarle niños? Cada vez que el Señor A saque la lengua, es que quiere llamarme, vosotros deberéis traducirle, ¿si? Bueno… por fin las presentaciones.
-Hola soy… El compañero saca la lengua mucho, mucho y los niños dicen ¡LENGUA!
-Y este es el Señor… El compañero vuelve a abrir mucho la boca y los niños dicen A.
En ese momento, se bajan los dos del escenario, y comienzan a darles dos besos a los niños, uno a uno. “Encantada”… “Encantada” y vuelven al escenario.
-Tengo un problema, chicos, y es que no consigo que el Señor A me hable, y últimamente lo noto muy raro. No se muy bien lo que le pasa. ¿Vosotros notáis algo raro?
El Sr.A, está sentado a su lado, con su guitarra, mirándola con ojitos dormilones y cara de enamorado. Aspira aire, sonríe como un tonto y no para de mirarla con cara de tonto.
-¿Alguien puede decirme que le pasa? Somos amigos desde niños y no se que le pasa estoy preocupada – dice Lengua.
El Sr.A, mete su mano en el pecho, sin dejar de mirarla, y mirando también a los niños y golpea el corazón haciendo como si se le saliera del pecho.
Lengua sigue sin apreciar esos detalles preguntándole a los niños, que ya le cuentan lo que le pasa al Señor A, a lo cual ella lo niega: ¡Es imposible! ¡Si somos amigos!
Cada vez que los niños le dicen a Lengua, que Sr.A está por ella, el Sr.A asiente muy rápidamente con la cabeza. Y sonríe viendo que alguien lo entiende, pero no Lengua.
El Sr.A pone hociquitos, esperando un beso, y ojitos, y le canta esta canción….
CANCIÓN A LA GUITARRA
Durante la canción, El Sr.A si habla, cantando y le cuenta todo lo que siente por ella, pero Lengua se niega a creer, y hace mil gestos de resistencia. Niega con la cabeza. Se indigna cuando dice en la letra cosas como “quiero besarte, abrazarte… hacerte el amor! Ella gesticula con cara de asco. Pero poco a poco se va relajando, y su cara se pone tonta también, y comienza a aspirar aire…
El Sr.A termina su canción con un ramo de flores, los ojos cerrados y hocicos en espera de un beso. Y así queda paralizado por mucho tiempo.
Lengua se acerca, roza sus labios con los de él, pero al final, no lo besa, ha de consultar a sus niños.
-¿Qué hago? ¿Cómo puedo saber si estoy enamorada? Porque yo no quiero besarlo, y que el se ilusione y luego yo no estar enamorada y dejar de ser su amiga para siempre. ¿Alguien ha estado alguna vez enamorado?
Lengua vuelve a mezclarse con los niños, y a preguntar: ¿alguien sabe que se siente cuando uno está enamorado?
Mientras tanto en el escenario, el Sr.A espera un beso. Paralizado.
Los niños le contarán sus experiencias. Pues yo una vez, besé a una niña… pues yo tengo un novio…. Pues yo… pues yo… y se tiene que sentir esto… y se tiene que sentir lo otro…
¡Tengo que probar a ver si yo siento todo eso que me contáis! Tendré que darle un beso, puaaagg, - pone cara de asco.
Lengua se acerca al escenario, se pone de rodillas al lado de su compañero, acerca su boca a la de él, y cuando casi ya lo besa, desiste y vuelve a preguntar: ¿estáis seguros? No se, no se… y así varias veces. ¡no no no no no, es imposible!
Debe conseguir que los niños la animen con gritos a besar al Sr.A, que sigue allí, paralizado.
Se acerca muy despacio, le da un besito piquito, pequeñito, y abren los dos los ojos muy, muy grandes en ese momento. Lengua no puede hablar, y se siente rara. Y poco a poco va notando, todo lo que le contaron los niños y su corazón comienza a acelerarse, y se miran, y ella mete su mano en el pecho, que salta y salta. Al Sr.A también.
Y siguen mirándose, y se acercan ahora más serios, y se besan, pero como lo hacen los mayores.
Y todos aplauden, y Lengua salta, y baila por el escenario, y el Sr.A corre detrás de ella como un monobolobo, y ella corre de un lado para otro, para que no la alcance. Y cuando ya el se cansa, y se para en medio del escenario, de fondo, escondida entre bambalinas, Lengua lo mira con ojitos picarones, y se da la vuelta, y le enseña el culo levantándose la falda de un golpe.
El Sr.A, se despide de los niños y niñas, diciendo adiós con la mano, con cara de: me tengo que ir, lo siento. Y corre al lado de Lengua.
- Hola soy Lengua y ¿tú?
Saluda uno a uno a todos los niños y niñas que hay en el recinto, a toda velocidad, y sin dejar ninguno fuera: - Hola - mirando a Sonia – hola – mirando a Antonia – Hola soy Lengua, hola, hola, hola, choca, soy Lengua ¿y tú?, hola ¿Isidoro? ¡cucha como mi madre!, ¿Andrés? Te quieren por el interés… hola, hola, ¡Hombre! – se encuentra a un niño conocido ya por otras ocasiones, y lo abraza, lo toquetea, le da mil besos - ¡cuánto tiempo! – se sienta a conversar con él, olvidando que hay más niños que esperan la actuación.
Mientras conversa con los niños, aparece un payaso muy, muy tímido, que anda muy despacio, intentando que nadie se de cuenta. Se sienta en una silla con su guitarra, y se queda mirando al vacío, como el que espera en la parada del metro.
Nadie se dará cuenta, y hasta que los niños no indiquen a lengua que tiene un compañero en el escenario, ella seguirá saludando y sentada entre los niños.
-¿Qué pasa? – los niños y niñas le dirán que mire al escenario.
-¿Quién? ¿Qué? – AAAAhhhhhh!!! – un gran grito de susto cuando lo descubra en el escenario, hará que todos salten del suelo, incluido el payaso tímido - ¿Qué haces ahí?
La respuesta de su compañero será siempre muda, tímida y con gestos, indicará que él está haciendo bien su trabajo, que ha de comenzar la actuación.
Lengua se sube al escenario y vuelve a decir hola soy… deja que los niños terminen la frase. Hola soy… y este es el Señor…
El payaso mudo no contesta, solo abre la boca muy, muy grande, gesticulando la letra A.
-Este es el Señor… insiste Lengua.
Tras varios intentos, Lengua cuenta a los niños que su compañero no habla, que solo emite sonidos que parecen palabras o alaridos del infierno cuando canta con su guitarra, pero que el resto del tiempo no habla. Que tendrán que adivinar cual es el nombre de su compañero, leyendo en sus labios.
Vuelve a repetir, este es el señor… varias veces, hasta que los niños digan la letra A.
-¿Llevan razón los niños? ¿Eres tú el Sr. A?
Y el payaso tímido, asentirá con la cabeza muchas veces y muy rápido. Sr.AAAAAA. A partir de ese momento, cada vez que Lengua se dirija a él lo llamará Señor A y cada vez que el quiera llamarla, sacará la lengua y los niños serán los que traduzcan al payaso tímido.
-¿Y yo? Señor A, dile a los niños como me llamo.
Y Señor A sacará mucho, mucho la lengua, hasta el punto de dar mucha risa.
-¿Queréis ayudarle niños? Cada vez que el Señor A saque la lengua, es que quiere llamarme, vosotros deberéis traducirle, ¿si? Bueno… por fin las presentaciones.
-Hola soy… El compañero saca la lengua mucho, mucho y los niños dicen ¡LENGUA!
-Y este es el Señor… El compañero vuelve a abrir mucho la boca y los niños dicen A.
En ese momento, se bajan los dos del escenario, y comienzan a darles dos besos a los niños, uno a uno. “Encantada”… “Encantada” y vuelven al escenario.
-Tengo un problema, chicos, y es que no consigo que el Señor A me hable, y últimamente lo noto muy raro. No se muy bien lo que le pasa. ¿Vosotros notáis algo raro?
El Sr.A, está sentado a su lado, con su guitarra, mirándola con ojitos dormilones y cara de enamorado. Aspira aire, sonríe como un tonto y no para de mirarla con cara de tonto.
-¿Alguien puede decirme que le pasa? Somos amigos desde niños y no se que le pasa estoy preocupada – dice Lengua.
El Sr.A, mete su mano en el pecho, sin dejar de mirarla, y mirando también a los niños y golpea el corazón haciendo como si se le saliera del pecho.
Lengua sigue sin apreciar esos detalles preguntándole a los niños, que ya le cuentan lo que le pasa al Señor A, a lo cual ella lo niega: ¡Es imposible! ¡Si somos amigos!
Cada vez que los niños le dicen a Lengua, que Sr.A está por ella, el Sr.A asiente muy rápidamente con la cabeza. Y sonríe viendo que alguien lo entiende, pero no Lengua.
El Sr.A pone hociquitos, esperando un beso, y ojitos, y le canta esta canción….
CANCIÓN A LA GUITARRA
Durante la canción, El Sr.A si habla, cantando y le cuenta todo lo que siente por ella, pero Lengua se niega a creer, y hace mil gestos de resistencia. Niega con la cabeza. Se indigna cuando dice en la letra cosas como “quiero besarte, abrazarte… hacerte el amor! Ella gesticula con cara de asco. Pero poco a poco se va relajando, y su cara se pone tonta también, y comienza a aspirar aire…
El Sr.A termina su canción con un ramo de flores, los ojos cerrados y hocicos en espera de un beso. Y así queda paralizado por mucho tiempo.
Lengua se acerca, roza sus labios con los de él, pero al final, no lo besa, ha de consultar a sus niños.
-¿Qué hago? ¿Cómo puedo saber si estoy enamorada? Porque yo no quiero besarlo, y que el se ilusione y luego yo no estar enamorada y dejar de ser su amiga para siempre. ¿Alguien ha estado alguna vez enamorado?
Lengua vuelve a mezclarse con los niños, y a preguntar: ¿alguien sabe que se siente cuando uno está enamorado?
Mientras tanto en el escenario, el Sr.A espera un beso. Paralizado.
Los niños le contarán sus experiencias. Pues yo una vez, besé a una niña… pues yo tengo un novio…. Pues yo… pues yo… y se tiene que sentir esto… y se tiene que sentir lo otro…
¡Tengo que probar a ver si yo siento todo eso que me contáis! Tendré que darle un beso, puaaagg, - pone cara de asco.
Lengua se acerca al escenario, se pone de rodillas al lado de su compañero, acerca su boca a la de él, y cuando casi ya lo besa, desiste y vuelve a preguntar: ¿estáis seguros? No se, no se… y así varias veces. ¡no no no no no, es imposible!
Debe conseguir que los niños la animen con gritos a besar al Sr.A, que sigue allí, paralizado.
Se acerca muy despacio, le da un besito piquito, pequeñito, y abren los dos los ojos muy, muy grandes en ese momento. Lengua no puede hablar, y se siente rara. Y poco a poco va notando, todo lo que le contaron los niños y su corazón comienza a acelerarse, y se miran, y ella mete su mano en el pecho, que salta y salta. Al Sr.A también.
Y siguen mirándose, y se acercan ahora más serios, y se besan, pero como lo hacen los mayores.
Y todos aplauden, y Lengua salta, y baila por el escenario, y el Sr.A corre detrás de ella como un monobolobo, y ella corre de un lado para otro, para que no la alcance. Y cuando ya el se cansa, y se para en medio del escenario, de fondo, escondida entre bambalinas, Lengua lo mira con ojitos picarones, y se da la vuelta, y le enseña el culo levantándose la falda de un golpe.
El Sr.A, se despide de los niños y niñas, diciendo adiós con la mano, con cara de: me tengo que ir, lo siento. Y corre al lado de Lengua.
domingo, 8 de enero de 2012
KARAOKE HUMANO
Esta mañana desperté con música. He encontrado un CD que ponía mi nombre, lleno de canciones que les enseñe a mis niños: Doraemon, villancicos Disney para pedir el aguinaldo, por su puesto nuestro chiquilicuatre, Nena Daconte, Los Delincuentes…
Estamos hablando de enanos con seis años o menos, que no saben ni leer. No puedes darle un papel, con la letra. Ni puedes fiarte solo del sonido que escuchen, porque balbucearán casi toda la canción.
Solución, el karaoke humano.
Muy fácil, léela tú, vocaliza mucho, gesticula y haz todo tipo de gestos para que comprendan por donde vas. Conseguirás las cosas más sorprendentes. Podrás dirigir un coro completo con esconderte en cualquier parte del público.
Hoy rizaremos el rizo, encima la letra en “ingres”, y con baile de acompañamiento.
PRIMER PASO: La elección de la canción, ha de ser totalmente exclusiva de ellos, no intentes enseñarles las canciones de los Payasos de la Tele, porque te criaste tú con ellas, ni de Barrio sésamo. Ten en cuenta, que todo lo que tenga más de cuatro o cinco años de antigüedad, es para ellos prehistoria.
SEGUNDO PASO: han de saber que significa la letra primero, cántala en español. La escenificación será mucho mejor si saben lo que están diciendo.
TERCER PASO: la letra en hispaninglis has de aprendértela y no perderte.
CHICHEY A CHON FIU LAC TU GÜIN ENICEN
A YES GUAN A LEGUIN MA FEN
DON FILAN TIQUIN A MA FON
SU LIBON BESI AS DE SON
ASTUDEI ASGÜE A NACHO GÜIN ENICEN
AN GORA QUIPOPI NACEN
SERI TA FEN
CHANECHI NI YOU
DOMAGEN YUOMAPEN
NOUNBARI CONCHAUMI A QUEN
NOOO
ABILON YUNON DE CACHI
SERI NE MAS JAQUI
GÜETI ENTIBI SODECHISMI JARETAQUI
QUE SIMA QUESO ANDO FEQUINE
OOOO, YES A SERI, A SERI, SERI QUESAQUEN
CHICHEY A CHON FIU LAC TU GÜIN ENICEN
A YES GUAN A LEGUIN MA FEN
DON FILAN TIQUIN A MA FON
SU LIBON BESI AS DE SON
ASTUDEI ASGÜE A NACHO GÜI ENICEN
NACIN JHEROOO, UUU UUU
NACIN JHEROOO, UUUU UUUU
CHUMORRO A GÜEI CO
CON SU PRINA AN DI EX
MIROBRILIN AS GOU
ASUBRILIN AS SEX
SISGO NOS GÜIMAPE SISGREY
…. EL NEGRO DICE: ! QUE ME HACES SISGREY !
A MAY MESI BANE
QUENICALES TU GRUY
A PEMO OU MEMO
BI SOU PARUMI
SORI PAYOU YESGACHUGÜEY
OOOO, YES A SERI, A SERI, SERI QUESAQUEN
CHICHEY A CHON FIU LAC TU GÜIN ENICEN
A YES GUAN A LEGUIN MA FEN
DON FILAN TIQUIN A MA FON
SU LIBON BESI AS DE SON
ASTUDEI ASGÜE A NACHO GÜI ENICEN
NOVA
EN CONECOU MAHJEN
AIN CONENIGÜEY
NO NO NO NO N O…
AB YER CHUA EN MA POITE SU
EMA EBRICEN EN GUS
YE YE YE YEYE,,,
OOOOOOO
CHICHEY A CHON FIU LAC TU GÜIN ENICEN
A YES GUAN A LEGUIN MA FEN
DON FILAN TIQUIN A MA FON
SU LIBON BESI AS DE SON
ASTUDEI ASGÜE A NACHO GÜI ENICEN
NACIN GUERO UUUU UUU
NACIN GUERO UUUU NACIN GUERO
CUARTO PASO PASO: trabajando el video solo, sin subtítulos que despisten. Ale, todo el mundo a bailar. Si no disfrutas no lo intentes, deben notar que tu entusiasmo real, si no pensarán, con toda la razón del mundo, que te burlas de ellos. Pero no es difícil con un video como este ¿qué haces? Si tu no tienes niños, ¡qué haces bailándolo chalao! Este post no es para ti ¿no tienes sentido del ridículo? Mira si te ve tu madre.
Y si a alguno, le queda la duda de que pueden hacerlo, véase la siguiente prueba.
Estamos hablando de enanos con seis años o menos, que no saben ni leer. No puedes darle un papel, con la letra. Ni puedes fiarte solo del sonido que escuchen, porque balbucearán casi toda la canción.
Solución, el karaoke humano.
Muy fácil, léela tú, vocaliza mucho, gesticula y haz todo tipo de gestos para que comprendan por donde vas. Conseguirás las cosas más sorprendentes. Podrás dirigir un coro completo con esconderte en cualquier parte del público.
Hoy rizaremos el rizo, encima la letra en “ingres”, y con baile de acompañamiento.
PRIMER PASO: La elección de la canción, ha de ser totalmente exclusiva de ellos, no intentes enseñarles las canciones de los Payasos de la Tele, porque te criaste tú con ellas, ni de Barrio sésamo. Ten en cuenta, que todo lo que tenga más de cuatro o cinco años de antigüedad, es para ellos prehistoria.
SEGUNDO PASO: han de saber que significa la letra primero, cántala en español. La escenificación será mucho mejor si saben lo que están diciendo.
TERCER PASO: la letra en hispaninglis has de aprendértela y no perderte.
CHICHEY A CHON FIU LAC TU GÜIN ENICEN
A YES GUAN A LEGUIN MA FEN
DON FILAN TIQUIN A MA FON
SU LIBON BESI AS DE SON
ASTUDEI ASGÜE A NACHO GÜIN ENICEN
AN GORA QUIPOPI NACEN
SERI TA FEN
CHANECHI NI YOU
DOMAGEN YUOMAPEN
NOUNBARI CONCHAUMI A QUEN
NOOO
ABILON YUNON DE CACHI
SERI NE MAS JAQUI
GÜETI ENTIBI SODECHISMI JARETAQUI
QUE SIMA QUESO ANDO FEQUINE
OOOO, YES A SERI, A SERI, SERI QUESAQUEN
CHICHEY A CHON FIU LAC TU GÜIN ENICEN
A YES GUAN A LEGUIN MA FEN
DON FILAN TIQUIN A MA FON
SU LIBON BESI AS DE SON
ASTUDEI ASGÜE A NACHO GÜI ENICEN
NACIN JHEROOO, UUU UUU
NACIN JHEROOO, UUUU UUUU
CHUMORRO A GÜEI CO
CON SU PRINA AN DI EX
MIROBRILIN AS GOU
ASUBRILIN AS SEX
SISGO NOS GÜIMAPE SISGREY
…. EL NEGRO DICE: ! QUE ME HACES SISGREY !
A MAY MESI BANE
QUENICALES TU GRUY
A PEMO OU MEMO
BI SOU PARUMI
SORI PAYOU YESGACHUGÜEY
OOOO, YES A SERI, A SERI, SERI QUESAQUEN
CHICHEY A CHON FIU LAC TU GÜIN ENICEN
A YES GUAN A LEGUIN MA FEN
DON FILAN TIQUIN A MA FON
SU LIBON BESI AS DE SON
ASTUDEI ASGÜE A NACHO GÜI ENICEN
NOVA
EN CONECOU MAHJEN
AIN CONENIGÜEY
NO NO NO NO N O…
AB YER CHUA EN MA POITE SU
EMA EBRICEN EN GUS
YE YE YE YEYE,,,
OOOOOOO
CHICHEY A CHON FIU LAC TU GÜIN ENICEN
A YES GUAN A LEGUIN MA FEN
DON FILAN TIQUIN A MA FON
SU LIBON BESI AS DE SON
ASTUDEI ASGÜE A NACHO GÜI ENICEN
NACIN GUERO UUUU UUU
NACIN GUERO UUUU NACIN GUERO
CUARTO PASO PASO: trabajando el video solo, sin subtítulos que despisten. Ale, todo el mundo a bailar. Si no disfrutas no lo intentes, deben notar que tu entusiasmo real, si no pensarán, con toda la razón del mundo, que te burlas de ellos. Pero no es difícil con un video como este ¿qué haces? Si tu no tienes niños, ¡qué haces bailándolo chalao! Este post no es para ti ¿no tienes sentido del ridículo? Mira si te ve tu madre.
Y si a alguno, le queda la duda de que pueden hacerlo, véase la siguiente prueba.
sábado, 7 de enero de 2012
EL ESPEJO
Ayer fui al museo con mis niños. Tras ofrecer un euro al indómito, a mi gitano, por hacer el trabajo que le proponían y portarse bien, me mira con cara de asco y de dice:
- ¿Por un euro? ¡Qué va!
Un amigo le ofreció una recompensa mayor y se portó bien. Bien tratándose de él.
Al final, no pudo ser recompensado y arremetió con la poca vergüenza que le caracteriza.
- Entonces me das el euro.
- No, no hiciste tu trabajo.
- Tu amiguito que me ha mentido, me ha dicho mentiras pordioseras.
Eché mano del viejo truco de los diez puntos. Si suspendes el examen, no jugarás con la play esta tarde.
Y juega a peleillas con otro niño y pierde un punto. ¿Cómo puedo recuperarlo?
Jugando conmigo al espejo. Esa madre con mando a distancia, consigue que levante las piernas, aplauda con cara de duende, hurgue su nariz e intente pegarme un moco, gesticula tacos, los míos y otros que inventa, es un espejo con su propia autonomía. Y cuando ya se aburre comienza a hacer el espejo con su amigo. Y pretendía hacerlo con el maestro, para no dejarlo trabajar.
Desvié su atención hacia un personaje, que con traje y todo, vigilaba el recinto. Con sus manecillas puestas en el vientre lo miraba. Y se le escapaba alguna risa con sus dientes separados y sus ojos extraviados. Contagiaba de la risa al pobre trabajador y claro el espejo hacía de espejo.
Y le pregunta al espejo, pero éste contesta sin voz, es un espejo. Gesticulando sus propias palabras sin voz y más deprisa. De vez en cuando me mira… risas, risas, risas.
Minutos inigualables en sus dos vidas, la del niño y el trabajador. ¡Qué gran regalo! Salir de la rutina diaria con un loco bajito. Vamos un video cinco estrellas en el You tube.
Pero esto no es lo más difícil que se puede hacer jugando al espejo. ¿Un niño sólo? Pecata minuta.
Atrás quedaron los días en los que todas las semanas jugábamos al espejo, no con un niño, ni dos… sino diez. Y no en un recinto controlado… en el Corte Inglés.
Todos pensarán que no tengo disciplina. Pero esta educadora loca, actúa siempre al revés. Es un gran gesto de disciplina, poder entrar en un gran almacén con un grupo de niños y niñas tan grande, y que todos cumplan la norma establecida de antemano.
Podemos hablar, podemos tocar, podemos bailar pero al final, cada cosa en su lugar. No nos pueden regañar, porque no daremos motivo.
Y a la cabeza del grupo, el más especial. Un pelín hiperactivo pero controlado por su medicación, su genialidad es insuperable por las demás mentes infantiles pero razonables. Carente de pudor, saluda a una chica que le informa con detalle de una oferta en la segunda planta.
- Esto para que es … ¿dónde?...¿cómo?... gracias.
Sobre todo, educación y respeto en el juego. Y tras él otros nueve niños que han de hacer el espejo al primero, repetir todo lo que diga el compañero de delante. La cara de sorpresa de la chica al ver al segundo, se torna sonrisa con el tercero y el cuarto, y al llegar al final de la cola ¿una adulta? No puede ser, no pudimos hablar, carcajadas y sudor frío por mi parte, provocado por la poca vergüenza que conservo de nacimiento. Poca, todo hay que contarlo, bastante poca. Y en las escaleras mecánicas, un tropezón real del cabeza de tren. ¡Si es que vas como un loco!
Un adulto hace un gesto de ayuda, solo un momento, pero desiste al ver que otro niño tropieza, y otro, y otro y otro. No olvidaré su cara, era yo la última y me tocó tropezar.
Y otra vez la cabeza del grupo, no controla el tono ni el volumen de su voz. Olvidando por un momento el juego en el que está metido, me grita para que yo le escuche que estoy al final.
¡POCAGUAAA! ¿AHORA DONDE VAMOS?
No me dio tiempo a mandar guardar silencio, otros nueve gritos de consulta le siguieron y la risa se apoderó de mí.
Todos de espaldas y la escalera mecánica seguía subiendo.
¡MIRAD PARA DELANTE QUE NOS CAEMOSSSS!
Y la siguiente escalera, movimiento de culito. Y la siguiente baile estilo Fiebre del Sábado noche. Y los encargados de la seguridad del recinto, sin saber que hacer.
¿Intervenir? ¿Porqué? No hay motivo, van acompañados de un adulto.
Y doblar las esquinas de los pasillos haciendo el robot. Y poner las palmas de nuestras manos en la vitrina de las joyas, con gesto de sorpresa, aspirando aire, para luego decir:
¡QUÉEEE BONITO!
Mientras la dependienta nos mira, con cara de pocos amigos.
Y al salir agradecimientos a la chica que nos informó al principio. Uno a uno y con la misma frase:
¡Me ha gustado mucho lo de la segunda planta, gracias!
Y otra vez, y otra vez, y otra, y al final, nuestras miradas se cruzan, ya no se puede contener la risa. No pude hacer el espejo. Seguro que ese día, lo recordará con añoranza y mucha ternura esa mujer. La sacamos de su rutina de trabajo por unos minutos.
Por fin en la calle, un pellizco en el estómago y un suspiro de alivio. Felicitaciones a todos, volveremos ha hacerlo la semana que viene, si nos quedan unos minutillos mientras vienen los padres a recogernos.
Por su puesto, para cruzar la calle hasta el local, el espejo. Esta vez, imitamos al muñequito rojo que nos indica parar. Todos con su misma postura. Por su puesto, el muñeco verde, tiene otra diferente, que también imitamos de uno en uno. Y los ocupantes de los coches que esperan su turno, buscando la cámara oculta.
¿Vosotros fuisteis alguna vez tan libres y disciplinados de pequeños?
Los niños y niñas de POCAGUA, si.
- ¿Por un euro? ¡Qué va!
Un amigo le ofreció una recompensa mayor y se portó bien. Bien tratándose de él.
Al final, no pudo ser recompensado y arremetió con la poca vergüenza que le caracteriza.
- Entonces me das el euro.
- No, no hiciste tu trabajo.
- Tu amiguito que me ha mentido, me ha dicho mentiras pordioseras.
Eché mano del viejo truco de los diez puntos. Si suspendes el examen, no jugarás con la play esta tarde.
Y juega a peleillas con otro niño y pierde un punto. ¿Cómo puedo recuperarlo?
Jugando conmigo al espejo. Esa madre con mando a distancia, consigue que levante las piernas, aplauda con cara de duende, hurgue su nariz e intente pegarme un moco, gesticula tacos, los míos y otros que inventa, es un espejo con su propia autonomía. Y cuando ya se aburre comienza a hacer el espejo con su amigo. Y pretendía hacerlo con el maestro, para no dejarlo trabajar.
Desvié su atención hacia un personaje, que con traje y todo, vigilaba el recinto. Con sus manecillas puestas en el vientre lo miraba. Y se le escapaba alguna risa con sus dientes separados y sus ojos extraviados. Contagiaba de la risa al pobre trabajador y claro el espejo hacía de espejo.
Y le pregunta al espejo, pero éste contesta sin voz, es un espejo. Gesticulando sus propias palabras sin voz y más deprisa. De vez en cuando me mira… risas, risas, risas.
Minutos inigualables en sus dos vidas, la del niño y el trabajador. ¡Qué gran regalo! Salir de la rutina diaria con un loco bajito. Vamos un video cinco estrellas en el You tube.
Pero esto no es lo más difícil que se puede hacer jugando al espejo. ¿Un niño sólo? Pecata minuta.
Atrás quedaron los días en los que todas las semanas jugábamos al espejo, no con un niño, ni dos… sino diez. Y no en un recinto controlado… en el Corte Inglés.
Todos pensarán que no tengo disciplina. Pero esta educadora loca, actúa siempre al revés. Es un gran gesto de disciplina, poder entrar en un gran almacén con un grupo de niños y niñas tan grande, y que todos cumplan la norma establecida de antemano.
Podemos hablar, podemos tocar, podemos bailar pero al final, cada cosa en su lugar. No nos pueden regañar, porque no daremos motivo.
Y a la cabeza del grupo, el más especial. Un pelín hiperactivo pero controlado por su medicación, su genialidad es insuperable por las demás mentes infantiles pero razonables. Carente de pudor, saluda a una chica que le informa con detalle de una oferta en la segunda planta.
- Esto para que es … ¿dónde?...¿cómo?... gracias.
Sobre todo, educación y respeto en el juego. Y tras él otros nueve niños que han de hacer el espejo al primero, repetir todo lo que diga el compañero de delante. La cara de sorpresa de la chica al ver al segundo, se torna sonrisa con el tercero y el cuarto, y al llegar al final de la cola ¿una adulta? No puede ser, no pudimos hablar, carcajadas y sudor frío por mi parte, provocado por la poca vergüenza que conservo de nacimiento. Poca, todo hay que contarlo, bastante poca. Y en las escaleras mecánicas, un tropezón real del cabeza de tren. ¡Si es que vas como un loco!
Un adulto hace un gesto de ayuda, solo un momento, pero desiste al ver que otro niño tropieza, y otro, y otro y otro. No olvidaré su cara, era yo la última y me tocó tropezar.
Y otra vez la cabeza del grupo, no controla el tono ni el volumen de su voz. Olvidando por un momento el juego en el que está metido, me grita para que yo le escuche que estoy al final.
¡POCAGUAAA! ¿AHORA DONDE VAMOS?
No me dio tiempo a mandar guardar silencio, otros nueve gritos de consulta le siguieron y la risa se apoderó de mí.
Todos de espaldas y la escalera mecánica seguía subiendo.
¡MIRAD PARA DELANTE QUE NOS CAEMOSSSS!
Y la siguiente escalera, movimiento de culito. Y la siguiente baile estilo Fiebre del Sábado noche. Y los encargados de la seguridad del recinto, sin saber que hacer.
¿Intervenir? ¿Porqué? No hay motivo, van acompañados de un adulto.
Y doblar las esquinas de los pasillos haciendo el robot. Y poner las palmas de nuestras manos en la vitrina de las joyas, con gesto de sorpresa, aspirando aire, para luego decir:
¡QUÉEEE BONITO!
Mientras la dependienta nos mira, con cara de pocos amigos.
Y al salir agradecimientos a la chica que nos informó al principio. Uno a uno y con la misma frase:
¡Me ha gustado mucho lo de la segunda planta, gracias!
Y otra vez, y otra vez, y otra, y al final, nuestras miradas se cruzan, ya no se puede contener la risa. No pude hacer el espejo. Seguro que ese día, lo recordará con añoranza y mucha ternura esa mujer. La sacamos de su rutina de trabajo por unos minutos.
Por fin en la calle, un pellizco en el estómago y un suspiro de alivio. Felicitaciones a todos, volveremos ha hacerlo la semana que viene, si nos quedan unos minutillos mientras vienen los padres a recogernos.
Por su puesto, para cruzar la calle hasta el local, el espejo. Esta vez, imitamos al muñequito rojo que nos indica parar. Todos con su misma postura. Por su puesto, el muñeco verde, tiene otra diferente, que también imitamos de uno en uno. Y los ocupantes de los coches que esperan su turno, buscando la cámara oculta.
¿Vosotros fuisteis alguna vez tan libres y disciplinados de pequeños?
Los niños y niñas de POCAGUA, si.
viernes, 6 de enero de 2012
VALIENTE
Si yo fuera valiente, te contaría…
Que guardo tu foto en un libro,
colgado de la cabecera de mi cama.
Que duermo abrazada a ella, como una adolescente.
Si fuera valiente yo, no tendría miedo al rechazo, pensaría que esta vez saldrá bien, que será diferente, que aprendimos a conocernos y a confiar, a olvidar las ansias y los reproches, las desconfianzas y los malos pensamientos.
Si fuera valiente, no sentiría que se burlan de mi cuando voy por la calle de tu mano.
Si fuera valiente olvidaría a todos los que te llaman pollavendá.
Si fuera valiente estiraría los hombros y llenaría de aire mis pulmones,
y no me escondería tras mis gafas.
Si fuera valiente te llamaría para decirte
que es imposible arrancarte de mi, que no puedo.
Pero no soy valiente, lo siento, perdón.
Que guardo tu foto en un libro,
colgado de la cabecera de mi cama.
Que duermo abrazada a ella, como una adolescente.
Si fuera valiente yo, no tendría miedo al rechazo, pensaría que esta vez saldrá bien, que será diferente, que aprendimos a conocernos y a confiar, a olvidar las ansias y los reproches, las desconfianzas y los malos pensamientos.
Si fuera valiente, no sentiría que se burlan de mi cuando voy por la calle de tu mano.
Si fuera valiente olvidaría a todos los que te llaman pollavendá.
Si fuera valiente estiraría los hombros y llenaría de aire mis pulmones,
y no me escondería tras mis gafas.
Si fuera valiente te llamaría para decirte
que es imposible arrancarte de mi, que no puedo.
Pero no soy valiente, lo siento, perdón.
jueves, 5 de enero de 2012
POCAGUA
Mi gran capricho son los niños y niñas, los que dan abrazos bajeros por debajo de mis alones. Por eso tengo cuatro que salieron de mi y un montón más que me recuerdan espero con cariño. Siempre dediqué mi vida a ellos, nunca me fallaron. Desde hoy, voy a recordar, todo lo que hice con ellos y lo feliz que fue mi vida a su lado. Os contaré mis experiencias, mis talleres, mis juegos y mis locuras, tantas que no se terminará esto jamás. Espero que no os aburra mucho, ya no me salen eróticos, ya no dejaré que salgan más mis demonios. Es lo que hay, vuelve la india POCAGUA y se larga la Lengua de mi blog.
POR SU PUESTO, TODO ES REAL, AUNQUE PAREZCAN LOCURAS.
DE OPIÑÓN FIJA
Ya no hay rueda de noria que me pare. Esta burra se escapó y anda loca por los montes. Ya no hay tierra que pise que no sea mía. Ya no hay letras que lea que no sean para mí.
Siento mucho pudor, porque soy una ignorante que habla con letras y he conocido gente que de verdad merece la pena. Voces radiofónicas hipnotizadoras sin descubrir, artistas plásticos que no tienen trabajo ni de albañiles, músicos, fotógrafos locos y demás especímenes que deambulan por el mundo sin que nadie los descubra.
No se si me descubrí sola, al menos ahora me reconozco, pero si me comprometo desde hoy, a intentar sacar a la luz, a todos los artistas sin padrino ni porvenir.
Porque yo no soy nadie comparada con ellos, ellos, ellos … ¡qué te como la boca!
Poco a poco voy perdiendo la vergüenza que me inocularon, comienzo a confiar en mi misma, y digo yo:”a lo mejor, no llevaban razón los que decían que no valía nada”.
Una sola persona que se estremezca con mis letras, ya podría decir lo contrario. Y si sois más de una, ¿por qué he de creer a un par de razonables? ¿Por qué estén más cerca de mi oído? ¿Por qué sean más repetitivos? ¿Por qué sean conocidos o de mi propia familia?
Mañana haré lo que queráis que haga. Vosotros mandáis en mi imaginación esta noche, terror, humor, amor, erotismo, cuentos, opiñón … yo, no tengo gana de nada esta noche, pero soy vuestra esclava y construiré una historia para vosotros y vosotras, los que si creéis en mí.
Y a los otros, mirad mi culo contoneándose, que os doy la espalda.
Siento mucho pudor, porque soy una ignorante que habla con letras y he conocido gente que de verdad merece la pena. Voces radiofónicas hipnotizadoras sin descubrir, artistas plásticos que no tienen trabajo ni de albañiles, músicos, fotógrafos locos y demás especímenes que deambulan por el mundo sin que nadie los descubra.
No se si me descubrí sola, al menos ahora me reconozco, pero si me comprometo desde hoy, a intentar sacar a la luz, a todos los artistas sin padrino ni porvenir.
Porque yo no soy nadie comparada con ellos, ellos, ellos … ¡qué te como la boca!
Poco a poco voy perdiendo la vergüenza que me inocularon, comienzo a confiar en mi misma, y digo yo:”a lo mejor, no llevaban razón los que decían que no valía nada”.
Una sola persona que se estremezca con mis letras, ya podría decir lo contrario. Y si sois más de una, ¿por qué he de creer a un par de razonables? ¿Por qué estén más cerca de mi oído? ¿Por qué sean más repetitivos? ¿Por qué sean conocidos o de mi propia familia?
Mañana haré lo que queráis que haga. Vosotros mandáis en mi imaginación esta noche, terror, humor, amor, erotismo, cuentos, opiñón … yo, no tengo gana de nada esta noche, pero soy vuestra esclava y construiré una historia para vosotros y vosotras, los que si creéis en mí.
Y a los otros, mirad mi culo contoneándose, que os doy la espalda.
miércoles, 4 de enero de 2012
EL EXPLORADOR
Y de pronto descubres que las almas no tienen edad.
Que no tienen materia que deba cubrir distancias.
Y de pronto te das cuenta, que no hay ninguna igual.
Que no hay nadie que pueda ver lo que tú ves,
que no descubra como tú descubres,
que no se sorprenda como te sorprendes,
ni ponga caras estupefactas ante la locura de mis hechos.
De pronto descubres, que no puedes contarlo,
que no todas las almas pueden entenderte,
que poca gente puede escudriñar respuestas en mis letras,
que nadie puede entender lo que digo, lo que pienso.
A veces ni la mía puede entenderme, si se despierta razonable.
Despojados de sus cuerpos, enlazan su tiempo, juntos.
Ella pasea por el mercado y busca sus ojos en todos lados.
Y busca caras de sorpresa y su sonrisa: “Es él si, si, es él”.
No lo es. Sigue buscando, perdida en un mar de almas, en un río de nada.
Y se fijan en ella las miradas, pero ninguna la mira por dentro,
ninguna descubre el ser que anida en su cuerpo.
Agotó sus fuerzas, ya no se muestra, es perder el tiempo,
dos tetas tiran más que dos carretas, por mucho que cuente
que solo es una niña, que imagina y vive historias fantásticas,
solo verán sexo en eso.
No necesito hablarte ni descubrirme ¿besas bien? Suficiente.
No me cuentes tus inquietudes y tus penas, no es necesario para follar.
Y ella, se aburre y actúa en todas partes.
¿Quieres saber lo que es una hembra? voy.
¿Quieres conocer mi alma? Para qué, no es necesario.
Aburrimiento, llanto y cansancio.
Para que contarte que admiro las cosas que surgen solas de la naturaleza.
Para que contarte que mi imaginación vuela como la de un loco,
y que poco a poco, conseguirás olvidar mi cuerpo.
¿Yo?, ¿mi seso?, para que, no es nada interesante.
Para que convencerte de que lo que ves, es solo la punta de mi iceberg,
y que sumergidos, maravillosos mundos encontrarás si te gusta explorar.
No me mostraré, ¡sumérgete si quieres en mis gélidas aguas!
Si tus oídos pueden soportarlo, descubrirás que es más grande
lo que escondo que lo que muestro.
¿Eres tú mi explorador? ¿Es él?
Que no tienen materia que deba cubrir distancias.
Y de pronto te das cuenta, que no hay ninguna igual.
Que no hay nadie que pueda ver lo que tú ves,
que no descubra como tú descubres,
que no se sorprenda como te sorprendes,
ni ponga caras estupefactas ante la locura de mis hechos.
De pronto descubres, que no puedes contarlo,
que no todas las almas pueden entenderte,
que poca gente puede escudriñar respuestas en mis letras,
que nadie puede entender lo que digo, lo que pienso.
A veces ni la mía puede entenderme, si se despierta razonable.
Despojados de sus cuerpos, enlazan su tiempo, juntos.
Ella pasea por el mercado y busca sus ojos en todos lados.
Y busca caras de sorpresa y su sonrisa: “Es él si, si, es él”.
No lo es. Sigue buscando, perdida en un mar de almas, en un río de nada.
Y se fijan en ella las miradas, pero ninguna la mira por dentro,
ninguna descubre el ser que anida en su cuerpo.
Agotó sus fuerzas, ya no se muestra, es perder el tiempo,
dos tetas tiran más que dos carretas, por mucho que cuente
que solo es una niña, que imagina y vive historias fantásticas,
solo verán sexo en eso.
No necesito hablarte ni descubrirme ¿besas bien? Suficiente.
No me cuentes tus inquietudes y tus penas, no es necesario para follar.
Y ella, se aburre y actúa en todas partes.
¿Quieres saber lo que es una hembra? voy.
¿Quieres conocer mi alma? Para qué, no es necesario.
Aburrimiento, llanto y cansancio.
Para que contarte que admiro las cosas que surgen solas de la naturaleza.
Para que contarte que mi imaginación vuela como la de un loco,
y que poco a poco, conseguirás olvidar mi cuerpo.
¿Yo?, ¿mi seso?, para que, no es nada interesante.
Para que convencerte de que lo que ves, es solo la punta de mi iceberg,
y que sumergidos, maravillosos mundos encontrarás si te gusta explorar.
No me mostraré, ¡sumérgete si quieres en mis gélidas aguas!
Si tus oídos pueden soportarlo, descubrirás que es más grande
lo que escondo que lo que muestro.
¿Eres tú mi explorador? ¿Es él?
martes, 3 de enero de 2012
SHERI, EL GATO.
Nació en un frío solar. Mojado por el vientre de su madre y sin visión, solo podía intentar sobrevivir. Le pusieron de nombre Sheri, que significa débil y pequeño, por ser el guarín de la camada. Sus ansias de vivir, le hicieron buscar el calor de su madre y su tetilla, a pesar de la fuerza de los demás, él tenía otra cosa, resistencia y tenacidad. Rodeado de sus hermanos el ambiente era muy acogedor.
Gracias a los cuidados de su madre, poco a poco Sheri abrió los ojos. Su hogar era pobre y frío. Su casa no tenía ventanas ni techo, pero el amor reinaba entre ellos y lo hacía parecer un verdadero hogar.
Sheri fue creciendo, envidiando la suerte de los gatos que vivían con los humanos. Con collares preciosos y cascabeles colgando del cuello, alimento y mucho cariño.
Él no tenía nada y eso lo hizo fuerte.
Era un gran cazador, conocido entre todos los gatos del barrio porque cazaba, no solo para él, su madre y sus hermanos; además, cuando se enteraba del nacimiento de otros gatillos, arrimaba a esa madre alimento para que siguiera amamantándolos.
Se convirtió en un gato grande y fornido, altivo y conquistador. Sus patas eran duras y sus saltos imitados por todos los pequeños. Siempre rodeado de gatillos que lo admiraban y se entretenían en las frías noches de invierno, escuchando sus hazañas.
Era feliz, no necesitaba más.
Hasta que un día, una preciosa niña se le acercó. Quedó deslumbrado por la belleza de aquella humana que lo miraba con ojos de ternura, a pesar de ser él, un gato fuerte y con aspecto de pocos amigos. Ella solo veía un gatito tierno y cariñoso.
Poco a poco se fue relajando con ella, dejándose querer. Ella lo cuidaba y lo mimaba con mucha dulzura y algo de miedo ante sus aspavientos. De vez en cuando aquel gato salvaje explotaba, soplaba y bufaba agobiado por sus mimos.
Compartieron juegos y comida, aprovechando al máximo los momentos en que ella salía a jugar a la calle. Pero sin querer empezó a echar de menos, esos momentos donde no estaba. Ya no disfrutaba de la cacería, ni del resto de los juegos con sus gatillos y otras gatas del lugar.
Solo ansiaba dormir tranquilo en el regazo de aquella niña, que lo alimentaba con manjares exquisitos, lo bañaba y le quitaba los bichos que anidaban en su pelo.
Su espíritu se fue apagando. El cazador y el gato fuerte que siempre había sido, dio paso a un gato doméstico que vivía en la calle.
Pero aquella niña tenía una madre, que no quería tener animales en casa. Además temían por la vida de un pajarillo que vivía desde siempre en con ellos, libre.
Se fue debilitando y apagando, incluso dejó de comer. Sus amigos le arrimaban alimento, pero él ya no podía comer de esas cosas, había probado la comida caliente, el sabor de un buen trozo de carne fresca, ahora, todo aquello le parecías asqueroso.
Ella, le bajaba comida a diario y pasaba ratitos jugando con él. Pero los momentos ausencia, eran mucho más largos que los pocos ratitos que su mamá la dejaba bajarse a jugar a la calle. Y el resto del tiempo, se lo pasaba maullando y rondando la ventana de la niña.
Hasta que un día, no bajó más. Y otro día más sin su presencia. Y otro. La niña creció y comenzó a tener otros entretenimientos, dejando aquel gatillo abandonado.
Sheri se hizo aún más fuerte, ahora también de corazón y alma.
Solo le quedó seguir con su vida y odiar el momento en que la conoció. Desde ese día dedicó todo su esfuerzo, a intentar que los gatillos que crecían en su barrio, no fueran alimentados por humanos, ni se acercaran a ellos. Para ello contaba historias fantásticas, donde los humanos eran seres horrendos que ofrecían alimentos con veneno para aniquilar a su raza, la de los gatos callejeros.
Por eso, cuando hoy te encuentres un gatillo callejero, no dejará que lo toques y erizará su lomo al verte, porque conoce las historias que aún siguen contando los viejos y que durante generaciones se transmiten de padres a hijos.
Cuando veas un gatillo callejero, no lo alimentes, no lo toques, no le des cariño si no es para siempre. No aprenderá a cazar si lo alimentas y su vida será miserable. Dejará de ser un elemento libre y necesario en la cadena de la alimenticia.
Déjalo vivir su vida que es mejor incluso que la tuya. Aunque sea corta, aunque pienses que come ratas y basuras, aunque viva con frío, sin techo y cargado de parásitos, es más feliz que todos los gatos domésticos del mundo juntos, que han de pasar por veterinarios y llevar un cascabel colgado del cuello, escuchando el sonido continuo y sin poder oír los sonidos de otros gatos y gatas que aúllan en las noches de mi barrio.
No podrán pelear por su territorio, ni amar y tener hijos con otras gatas vecinas.
Gracias a los cuidados de su madre, poco a poco Sheri abrió los ojos. Su hogar era pobre y frío. Su casa no tenía ventanas ni techo, pero el amor reinaba entre ellos y lo hacía parecer un verdadero hogar.
Sheri fue creciendo, envidiando la suerte de los gatos que vivían con los humanos. Con collares preciosos y cascabeles colgando del cuello, alimento y mucho cariño.
Él no tenía nada y eso lo hizo fuerte.
Era un gran cazador, conocido entre todos los gatos del barrio porque cazaba, no solo para él, su madre y sus hermanos; además, cuando se enteraba del nacimiento de otros gatillos, arrimaba a esa madre alimento para que siguiera amamantándolos.
Se convirtió en un gato grande y fornido, altivo y conquistador. Sus patas eran duras y sus saltos imitados por todos los pequeños. Siempre rodeado de gatillos que lo admiraban y se entretenían en las frías noches de invierno, escuchando sus hazañas.
Era feliz, no necesitaba más.
Hasta que un día, una preciosa niña se le acercó. Quedó deslumbrado por la belleza de aquella humana que lo miraba con ojos de ternura, a pesar de ser él, un gato fuerte y con aspecto de pocos amigos. Ella solo veía un gatito tierno y cariñoso.
Poco a poco se fue relajando con ella, dejándose querer. Ella lo cuidaba y lo mimaba con mucha dulzura y algo de miedo ante sus aspavientos. De vez en cuando aquel gato salvaje explotaba, soplaba y bufaba agobiado por sus mimos.
Compartieron juegos y comida, aprovechando al máximo los momentos en que ella salía a jugar a la calle. Pero sin querer empezó a echar de menos, esos momentos donde no estaba. Ya no disfrutaba de la cacería, ni del resto de los juegos con sus gatillos y otras gatas del lugar.
Solo ansiaba dormir tranquilo en el regazo de aquella niña, que lo alimentaba con manjares exquisitos, lo bañaba y le quitaba los bichos que anidaban en su pelo.
Su espíritu se fue apagando. El cazador y el gato fuerte que siempre había sido, dio paso a un gato doméstico que vivía en la calle.
Pero aquella niña tenía una madre, que no quería tener animales en casa. Además temían por la vida de un pajarillo que vivía desde siempre en con ellos, libre.
Se fue debilitando y apagando, incluso dejó de comer. Sus amigos le arrimaban alimento, pero él ya no podía comer de esas cosas, había probado la comida caliente, el sabor de un buen trozo de carne fresca, ahora, todo aquello le parecías asqueroso.
Ella, le bajaba comida a diario y pasaba ratitos jugando con él. Pero los momentos ausencia, eran mucho más largos que los pocos ratitos que su mamá la dejaba bajarse a jugar a la calle. Y el resto del tiempo, se lo pasaba maullando y rondando la ventana de la niña.
Hasta que un día, no bajó más. Y otro día más sin su presencia. Y otro. La niña creció y comenzó a tener otros entretenimientos, dejando aquel gatillo abandonado.
Sheri se hizo aún más fuerte, ahora también de corazón y alma.
Solo le quedó seguir con su vida y odiar el momento en que la conoció. Desde ese día dedicó todo su esfuerzo, a intentar que los gatillos que crecían en su barrio, no fueran alimentados por humanos, ni se acercaran a ellos. Para ello contaba historias fantásticas, donde los humanos eran seres horrendos que ofrecían alimentos con veneno para aniquilar a su raza, la de los gatos callejeros.
Por eso, cuando hoy te encuentres un gatillo callejero, no dejará que lo toques y erizará su lomo al verte, porque conoce las historias que aún siguen contando los viejos y que durante generaciones se transmiten de padres a hijos.
Cuando veas un gatillo callejero, no lo alimentes, no lo toques, no le des cariño si no es para siempre. No aprenderá a cazar si lo alimentas y su vida será miserable. Dejará de ser un elemento libre y necesario en la cadena de la alimenticia.
Déjalo vivir su vida que es mejor incluso que la tuya. Aunque sea corta, aunque pienses que come ratas y basuras, aunque viva con frío, sin techo y cargado de parásitos, es más feliz que todos los gatos domésticos del mundo juntos, que han de pasar por veterinarios y llevar un cascabel colgado del cuello, escuchando el sonido continuo y sin poder oír los sonidos de otros gatos y gatas que aúllan en las noches de mi barrio.
No podrán pelear por su territorio, ni amar y tener hijos con otras gatas vecinas.
lunes, 2 de enero de 2012
!QUÉ MÁS DA!
Y yo pelando zanahorias para un caldo de verdura, mientras tú revisas en Internet si nos tocó algo en la lotería.
- Nada, nena otra vez será.
Cuchillo y zanahoria en mano, me acerco a la pantalla, te doy un beso de consuelo.
- No pasa nada. ¡Qué más da!
Y yo haciendo un nido de croché para la nueva Lola, mientras tú ves tu programa favorito. Te gusta verlo con mis piernas sobre las tuyas, tocándolas.
Y yo casi siempre lo duermo. ¡Qué más da!
¡Qué más da que vieras tres veces aquella película, para que yo la terminara!
Es peor ver mil películas enteras sin interrupciones, en soledad.
¡Qué más da dormir en el sofá! Que me duela el cuello después, pero dormir a tu lado.
- No, no, no, no vuelques la cabeza. No, no en mi hombro no. No, no …
Se durmió. ¡Qué más da, si es en paz!
- Nada, nena otra vez será.
Cuchillo y zanahoria en mano, me acerco a la pantalla, te doy un beso de consuelo.
- No pasa nada. ¡Qué más da!
Y yo haciendo un nido de croché para la nueva Lola, mientras tú ves tu programa favorito. Te gusta verlo con mis piernas sobre las tuyas, tocándolas.
Y yo casi siempre lo duermo. ¡Qué más da!
¡Qué más da que vieras tres veces aquella película, para que yo la terminara!
Es peor ver mil películas enteras sin interrupciones, en soledad.
¡Qué más da dormir en el sofá! Que me duela el cuello después, pero dormir a tu lado.
- No, no, no, no vuelques la cabeza. No, no en mi hombro no. No, no …
Se durmió. ¡Qué más da, si es en paz!
domingo, 1 de enero de 2012
COMENZAMOS DE NUEVO
Siempre pensé que mi vida había ido muy deprisa, hasta hoy.
Apurando los últimos minutos del año, me doy cuenta de lo lento que sucedió todo antes de mi despertar.
Ahora ruedo a mi velocidad natural, ahora suceden las cosas a mi ritmo.
Mi paso ha de ser aún más ligero.
El próximo año y los sucesivos, rodaré como rueda de molino pero con energía nuclear.
No pienso pisar el freno, no dejaré que nadie me lo pise.
A todo lo que den mis pies, calzados con tacones y cuesta abajo.
Sin esfuerzo, sin pensar, sale esta Lengua sin prisa, sin perderse ni un detalle de su vida.
De nuevo a comenzar algo nuevo con el nuevo año.
Apurando los últimos minutos del año, me doy cuenta de lo lento que sucedió todo antes de mi despertar.
Ahora ruedo a mi velocidad natural, ahora suceden las cosas a mi ritmo.
Mi paso ha de ser aún más ligero.
El próximo año y los sucesivos, rodaré como rueda de molino pero con energía nuclear.
No pienso pisar el freno, no dejaré que nadie me lo pise.
A todo lo que den mis pies, calzados con tacones y cuesta abajo.
Sin esfuerzo, sin pensar, sale esta Lengua sin prisa, sin perderse ni un detalle de su vida.
De nuevo a comenzar algo nuevo con el nuevo año.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)