Espérate que te bese, no corras. Déjame que te aplaste las vértebras,
¿si?
Se que estás preparado. Mucho tiempo esperando. No, espérate
que te busque y encuentre. No se donde buscar a ciencia cierta, no hay mapa que
describa tus deseos.
¿Dónde encontraré lo que busco? Espérate un momento que te
mire. Deja que acerque tus manos a mi pecho. No me toques que tengo fría esa
parte de mi cuerpo. Espera que me coma tus impurezas, que desnude tus huesos de
carne, que rellene tus huecos.
¿Estás nervioso? Espérate que te aprenda a ser paciente. Espérate
que te desespere. ¿Impaciente? Te aguantas o empiezas solo sin mí. Cómete tu
nervio por tenerme.
Esta noche te esperas, mírame los labios, los que muevo
despacio, busca mi húmeda lengua. Mira como te recorre, te guste o no. ¿Qué? ¿Qué
quieres? ¿Cambio de treinta?
Espérate que sienta que me necesitas. Que respirar pasa a
segundo plano, que alimentarte no es necesario. Prescinde de mí y mírame jugar
contigo.
Soy gusana en tu cuerpo buscando tus debilidades.
Aún no se cual es tu zona mortalmente sensual. La que te
hace enloquecer si toco.
Espérate que se duerman los niños, espérate que se termine
el trabajo, espérate que mueras por mí de tanto esperar.
Ssssssssss caya. Si, la puse con y griega, ¿y? ¿Qué pasa?
sssssssss ¡caya! o te mato.
¡Qué no te muevas te dije, que yo mando!
Esto no es necesario, prescinde de mí y mírame solo. Olvídame
si no te gusta lo que ves, o guarda silencio y acepta lo que te tocó vivir.
Ahora que me tienes, lárgate por donde viniste si te
atreves, olvida mis adentros, mis humedades, mi sabor, mis movimientos. Que mi
lengua no juegue más con la tuya si no tenemos tiempo. Que se paren nuestros
putos mundos y nos dejen follar a gusto.
Que mi sexo no se te ofrezca más húmedo y calentito.
Que no te acuerdes de nada cuando despiertes, que pienses
que todo fue un mal sueño y que gracias a Dios bajaste aquella noche la cuesta
de mi casa para no volver.
¿No has despertado aún? ahora que, ¿qué quieres? ¡PÍDEMELO!
Lo haremos a mi modo, desesperante y cansino, sin temor a
que despierten los niños.
Recogeré flores por el campo mientras miras mis caderas,
como se ensanchan al agacharse, como te atrapa el deseo de pincharme, sin
avisarme, a primera vista.
No espera,¿tienes prisa?
Háblame hasta que no te escuche. Imagíname flotando en el
agua, corriendo de tí por un huerto, subida a un árbol para huirte. Quieta, muy
quieta, escondida en tu armario.
Descúbreme mirándote, provocándote enfados, sacándote los
colores, temiéndome en público.
Me cachearás por ponerte mil trampas antes de hacerte
conmigo, antes de hacerme tuya.
¿Cuándo? Mañana será otro día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario