FUERA DE JUEGO

Y de golpe le sorprende una mujer. Mira que es fea la jodida – piensa.

Caminando hacia su trabajo recuerda a la suya. Sus cosas, sus provocaciones. La recuerda haciendo una tarta, con el pelo recogido y cara de cansada. Imagina que le pide sexo y se lo niega. Imagina que ella se calienta. Debe mantenerla en su sitio, los niños juegan en la habitación contigua.

Esta mujer no conoce el pudor. Entre sus teorías, la de los indios que copulaban cuando su apetencia se lo ofrecía. Sus niños jugaban y ellos también, de por medio tan solo las pieles de su tipi.

Lejos de pensar en traumas, opina que son enseñanzas.

Futbol en la tele, cansancio en el cuerpo y ella, sigue buscando su premio.

La ningunea, mira para otro lado y se hace el loco, cuando se acerca con los ojos agotados y le pide un masaje ofreciéndole otro.

Ha de resistir, no puede tocarla sin que toda su maquinaria hormonal reaccione al instante. Tiene que demostrarle desinterés. Ya está demasiado crecida para que encima conozca su necesidad. La necesita por las mañanas, le gustaría que le acompañara en su aseo diario, la necesita cada vez que su mente se queda en blanco. La cantinela que ha metido esta mujer en su cabeza: su cuerpo, sus gestos, sus guiños, sus besos.

Sus locas teorías de la vida, sus lógicas aplastantes.  

Enfurruñada en un rincón del sofá, comienza a jugar sus cartas. Le pellizca con maldad en un brazo.

-          Nena, Tate quieta – le dice con chulería.

No cuenta tres desde su regaño cuando viene con otra embestida. Se acerca a su oreja, la huele y se aleja.

-          chsss – le contesta.

Se acerca de nuevo a su cuello, lo roza con su fría nariz, ya comienza el invierno, ya se hace acogedora su cama cargada de mantas.

Le acarician sus labios y le roen sus dientes. Sus manos caminan por su espalda. Él comienza a dejar atrás su juego de indiferencia y se muestra sumiso, rendido a ella. 

Pero al notar su …. Zzzzzzzzz. Me mimo, mañana más. LVM