¿De que sirven las intenciones?
Las intenciones son fantasiosas, presuntuosas, imaginativas.
Hay que dejarlas escondidas. Hacer públicas tus intenciones siempre lleva al
fracaso, a la decepción. Es mejor, callar y actuar. Arquear las cejas y sonreír
cuando te viene una intención. Cerrar la boca y esperar que el tiempo te
permita ejecutar. Y después, si quieres, ya dices eso de: “hace tiempo que tenía
intención de hacerlo”.
Lo que valen son los hechos. Esos solo podemos verlos
dejando pasar el tiempo.
Para que mirar el futuro, menos aún programarlo. De nada
vale con los movimientos de la vida. La vida está viva, es caprichosa, está
llena de cosas y gentes que directamente atacan a tus intenciones. La vida no
se prevé.
Pregúntame, cuales son mis intenciones.
Hoy intentar echar un rato con la gente de mi asociación,
trabajar y seguir sacando la ropa de invierno.
¿Mañana? Que se yo lo que ocurrirá hoy, menos aún lo de mañana.
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