miércoles, 3 de julio de 2013

ESPERANZAS COLGANDERAS

Otra vez no puedo dormir, otra vez. Necesito un buen polvo. Han sido exactamente dos horas lo que perdí la conciencia. Ayer sufrieron mis amigos las embestidas de la Lengua sin dormir. A uno lo tenía negro.

Quiero explicaros lo malo que es la esperanza colgandera. Es ese rallito de luz que queda antes de cerrar una puerta. Ese maldito hilo que hace que todo se paralice. Ese proyecto que está muerto, ese amor que es imposible, ese coche que no tiene arreglo…

Las esperanzas colganderas siguen alimentando pero sin fuerza.

Una vez se elimina esa esperanza y quedas a la deriva, es cuando comienzas de nuevo en un nuevo proyecto, en una nueva aventura, con un nuevo amor.

Soy rápida en curar, que todos mis amigos lo sepan, que no sufran por mí. Tengo un gran poder el del olvido y me enamoro y desenamoro igual de rápido que hago el resto de las cosas.

Vuelvo a empezar en un nuevo proyecto que me tiene loca. Atrás más de veinte años apasionantes. Para mi es como mi segundo divorcio.

Rompo con todo lo establecido, rompo con horarios, rompo con normas y órdenes. A cambio, la inseguridad, el trabajo continuado y sin descanso.

Se que algo que es mi pasión, nunca será mi trabajo.


¡A ver si ahora puedo dormir! ¡equisdé!


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