jueves, 4 de julio de 2013

ME HACE FELIZ

El amor es una cosa y la felicidad es otra bien distinta. El amor nos hace esclavos e infelices. Siempre se termina, no te engañes. La felicidad puede ser más duradera si prescindimos del amor. El enamoramiento nos ciega.

No vemos los defectos y egoísmos del otro, y si los vemos, un abrazo un revolcón y se olvida pronto.

Nos olvidamos de nosotros, de nuestra propia felicidad en pro de la del otro.

Yo conocí el otro día una señora que decía con picardía: 

- ¡ Un hombre, un hombre, cuanto tiempo sin un hombre! 

Se reía y estaba feliz. No estaba sola, tenía mil quehaceres y amigos.

Nene, antes de buscar pareja, busca a tus amigos y pégate un viaje con ellos. Yo por suerte los tengo y buenos, al menos no me faltan los amigos.

Yo me he vuelto egoísta, solo quiero ser feliz, paso del amor. Si no lo vuelvo a sentir, no habré perdido gran cosa. Nos pasamos la vida en busca del amor y cuando lo perdemos ¡Ala! Todo el mundo a sufrir, a lloriquear por las esquinas, a sentirse desgraciado.

Y otra vez de nuevo a buscar otro amor que nos siga haciendo infelices toda la vida.

Yo soy ahora más lista, más bestia, más animal. Yo se perfectamente las cosas que me hacen ser feliz, y no es precisamente el amor.

Me hace muy feliz escribir, me hace muy feliz bailar, construir y decorar, me hace muy feliz ver una película con mis niños mientras me tocan el pelo, aunque siempre la duermo.

Me hace muy feliz viajar, me hace muy feliz pensar que podré aprender inglés pronto, acudir a mi escuela para aprender a escribir, que quizás un nuevo maestro me enseñe a leer, que mis amigos de Valencia tengan tanta paciencia con el asunto del audio libro.

Me hace muy feliz pasar a limpio el blog del a Lengua, que queden solo las cosas bonitas a mis ojos.

Tomar el sol en mi terraza, no volver a verte más querido padre me haría muy feliz. 

Agrupar amigos que nunca se hubieran conocido por ser tan dispares, me divierte.

Me hacen feliz las jornadas de artistas y las tonterías del couselling.

Me hace feliz tener una perra tan feísima y que encima tenga microchip, ¡pero quien va a querer un perro tan feo! Si se pierde, volverá no le queda más remedio.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario