Me enfurruño como una chiquilla chica. Quiero que cada
segundo lo gastes conmigo y te echo de menos desde el minuto cero. Soplo y me
enfado aunque sé que no te vas porque quieres, pero me emperro y me pongo poco razonable.
Y me enredo en mis pensamientos.
¿Cómo se va a quedar conmigo? si no soy para tanto, si no me
peino, soy muy pesada, doy muchos besos y no sé cocinar. Si no me arreglo, si
soy muy bruta..., si te alejas malpienso.
Y te echo de menos cada momento, te pegaría un golpe por no
estar, por faltarme este rato, por no preguntarme por todo como siempre haces, por no darte cuenta
de nada, por no estar, por cabrearme desde el mismo momento en que te vas.
Y me pregunto ¿Por qué hoy no lo vi? ¿Quién tiene la culpa?
Lo mato.
Mañana no quiero no tenerte a mi lado.
Lo mato.
Mañana no quiero no tenerte a mi lado.
¡Uff! Soplo y me duele como si me cae agua hirviendo
cocinando.
-
¡No sé para que lo intento! - pienso.
Soplo y me enfado, y te espero.
Y cuando llegas disimulo y hago como que no me importa tu
ausencia, y maldigo mi mala suerte, apretando los dientes, sonrío y te miro, espero que no me vuelva a ocurrir.
¡Qué montón de ganas de verte! ¡Pues tampoco eres tan
bonico!
agur bihotza. zorte ona
ResponderEliminar