miércoles, 17 de junio de 2015

COME Y ESCUPE

Estoy chispailla. El fin de curso por fin, una cena con mis hijos y un par de cañas. Chispá.

A veces se me olvida que tengo un blog donde escribo y que la gente me lee a diario aunque no escriba.

Se me disipa la soberbia.

Es soberbia puritita la que me motiva a escribir y explico el porqué.

Si yo me callara mejor me iría. Si yo no escribiera, muchas cosas no sabrían. Si yo fuera una mujer sencilla, seguro me como más de una colín, seguro porque fea no soy, pero asusto por dentro.
Hoy me apetece hablar de la última vez que me comieron el coño.

No puedo.

Sería dar mucha información y despertar envidias. Todas harían cuentas de cuando fue la última vez que le comieron el coño  y como.

Si encima cuento como fue, que ni arrancándolo a golpes en la cabeza soltaba su pieza el tiburón.  

Algunas de las mujeres que conocí son tiburones toro.

Yo soy solo toro, sin tiburón. Embisto y corro.

Ya soy más lista, ahora el coño solo me lo comerán a mí. Ya sé que no debo rodearme de tiburonas que al olor de la sangre nadan por el pescado que yo ya tengo cansado.

Yo no tengo ganas de comer, pescado, me comen directamente.


Soy un cebo bueno y a mi anzuelo le pongo mucho movimiento. 

LVM

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