domingo, 7 de junio de 2015

PRODUCTIVIDAD

¡Qué tripotá limpiar me estoy pegando este fin de semana!

¡Qué contenta estoy!

¡Qué montón de cosas he tirado!

Soy feliz tirando inutilidades y organizando. Que le voy a hacer. Atrás quedaron aquellos días de lujuria y desenfreno, recién divorciada y enamorada, donde solo había ojos para el amor.

A buen entendedor pocas palabras bastan, pero para el que no se haya enterado, dedicaba mi tiempo a hacer el amor, hablar de hacer el amor, comer, dormir y hacer el amor.

Ahora me aburre, llamadme frígida si queréis. He vuelto a ser la de antes, se me pasó la ansiedad por recuperar el macho. Otra vez disfruto limpiando, organizando, construyendo… y últimamente cocinando.

He descubierto que se puede hacer muy feliz a una persona cocinando bien. Mi madre se me ha escapado con el novio a Barcelona, así que no me queda más remedio que hacer felices a mis hijos por mí misma.

En fin, maruja, maruja que estoy hecha. 

La vida es solo eso, preparar el nido, abastecerlo, cocinar los alimentos, comer... yo tengo el nido lleno, no me falta ninguno así que aprovecho. 

Tengo la máquina de coser abierta, para arreglos de camisetas, algunas mochilas, algunos cortos… la plancha está que arde y para cuando me siento estoy haciendo un regalo a croché.

¿Qué vida más triste verdad?

Sin tiempo ni para ponerse triste, ni para lamentarse, van pasando los días y al final llega la muerte, rodeada de gente, que solo me dan más trabajo. 

Estamos haciendo los cinco fondo de armario ¿Imaginas? Cinco fondos de armario. El viernes terminé las dos plantas, ayer la casa de mi niña grande y el taller de su mellizo. Hoy toca termina, rematar. 

Esta tarde subo al campo con mi martillo percutor.

Más relajada voy a quedar que con un polvazo de aquellos de recién divorciada. 

LVM

No hay comentarios:

Publicar un comentario