Uno, todas tus conversaciones no llevan a él o ella.
Dos, cuando tus hijos te cuentan algo bueno que hicieron, ya
no te duele por no estar, lo ves como cuando van a un viaje con el colegio o
los amigos.
Tres, comienzas a olvidar daños, los buenos recuerdos hace
tiempo que se borraron.
Cuatro, imaginas como sería tu vida a su lado y te alegras
de la suerte que corriste. Ya no tienes ansia por encontrar pareja para darle
en los hocicos.
Cinco, haces las mismas cosas que hacías antes, pero sin
ansiedad. Tus hijos no te pesan, tus amigos hablan y tú estás a su lado, no
pensando en él o ella. En algunos casos con nostalgia, en otros, como el mío,
con mucha rabia.
Seis, los años perdidos, son vividos. Los que te quedan un
regalo, no una condena. Los logros y los problemas de tu vida, no son automáticamente
acompañados del típico:
-
¡Verás cuando se entere!
Yo tenía que haberlo hecho mucho antes, antes estaría
curada. Curar lleva aproximadamente un año desde que se va. Si no lo logras
busca ayuda, pero no busques pareja, que acabará cansada de escucharte.
No hay consejos que se puedan dar, seguir el instinto es lo
mejor y mucho sentido del humor, ironía y mala leche. Entre cónyuges por
supuesto, pero no con los hijos.
Lo que tengas que decirle, díselo a él directamente, no a
amigos, familiares o a tus hijos. Procura hacerlo despacio, incluir alguna que
otra palabra en inglés por si no te entiende, y reír triunfante al final de la
pelea. Porque será una pelea a muerte y de por vida.
Absténganse de seguir leyendo parejas modernas que toman
cañas y acuden a los actos públicos juntas. También las que guardan compostura
de cara a la galería. Yo solo hablo de la gente auténtica, que si necesita
escupir porque le amargó el culo del pepino, pues lo hace. No pasa el rato
tragando saliva y sonriendo.
Es importante que los hijos se compartan. Si no hay separación,
los niños soportan al padre y la madre hasta el día de su emancipación sean
como sean, deben rozar a su padre y a su madre.
En ocasiones intentamos dañar privando a los niños de la
presencia habitualmente del padre. Ellos se alejan y pasan a ser solo de la
madre. Es un error, su padre es el que es y han de conocerlo tal cual, para
bien o para mal. Si lo pierden lo magnificarán, para bien o para mal.
A lo largo de la vida la madre tendrá que afrontar
dificultades de todo tipo sola, porque ya el padre será un desconocido. No solo
en la infancia, como adultos, también podrán pedir ayuda a su padre, si no lo perdieron
de niños.
No olvidemos a los padres que no estaban acostumbrados a la
crianza en pareja, a los que les viene largo atenderlos en soledad. Estos que
solo cumplen con los mínimos establecidos y que cuando han de hacer algún
extra, la madre debe estar eternamente agradecida.
Existen las madres que no dejan que sus hijos hablen con el
padre de manera vengativa y equivocada a mi modo de ver, pero también están los
padres que no llaman a sus hijos aunque tengan tarifa plana. Yo intento que
rocen a su padre al máximo, para bien o para mal, yo lo intento, lo intento,
sabe que solo tiene que llamar y quedar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario