POR LA MAÑANA CUANDO DESPIERTO

Mientras duermes, despierto.

Te miro para que me intuyas.

Acaricio tu pelo,
tu cara,
tu cuerpo.

Aún  duermes.

Y me subo desnuda
 a tu vientre mientras duermes.

Plancho mi oreja y escucho tu corazón,
lento.

Mis manos sobre tu pecho,
imitan a las tuyas cuando estás solo.

Y te miro traviesa.

Apoyo la barbilla sobre mis manos
 para no clavártela en el pecho
y te soplo en la nariz, aún duermes.

Y al despertar,
lo primero que ven tus ojos,
mi sonrisa.

Ves mis intenciones en mis ojos.

Aturdido, no hablas,
 ya no te deja mi lengua.

Ya mis labios te recorren,
hoy despertaste sin fuerza.

Tu tensión está baja,
tus músculos lentos,
 tus párpados secos.

Déjame hacer,
estírate,
desperezarte que te dejo.

Te acompaño en los movimientos
aprieto tus muslos con mis huesos.

Mis besos dibujan en tu cuerpo.

Y te abrazo y me abrazas.

Y te como y me dejas.

Y despiertas.

Desnudos sudamos la mañana
para que nazca hidratada.

Y después, nada, a dormir otra vez.