viernes, 8 de septiembre de 2017

DE BALDE

Lo gratis no se valora.

¿Qué gano yo?  Dime ¿Yo qué me llevo? 

Si estás pagando por un servicio lo aprovechas, le sacas partido, es el mejor del mundo porque si no serías gilipollas pagando por una mierda, pero cuando alguien ofrece su ayuda desinteresada,  cuando alguien te aconseja lo mejor para ti, entonces, no  termina de encajar.

Cuando la vida  regala algo desconfías. ¿Por qué? Es  este el momento en que las personas empiezan a hacerse preguntas y  valorar. 

Recuerdo cuando era monitora voluntaria con  niños, más de quince a mi cargo, me preguntaban los padres que por qué lo hacía teniendo cuatro y como conseguía que me hicieran tanto caso. Es fácil, lo único que tenían que hacer los niños para que yo volviera es hacerme reír, hacerme feliz, darme muchos besos y abrazos, tocarme el pelo, decirme lo guapa que soy y lo joven que me veo a pesar de que ya por entonces rondaba los cuarenta, eso y solo eso es el pago, ahora que si no me pagan, me voy.

Es ese el momento de largarse sin mirar atrás. He dejado muchos proyectos, asociaciones y hombres, a todos en el instante preciso, en el momento en que no me hacían feliz. 

No me valen las disculpas, no perdono, abandono. 

Solo entonces es cuando me valoran, cuando  sienten mi ausencia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario