lunes, 25 de septiembre de 2017

DERECHO ADQUIRIDO

Necesito liquidez. Finalmente tendré que vender algunas de mis propiedades para poder continuar con mi labor de mala madre. Es mucho lo que necesito, no me vale eso de que es más rico el que menos necesita, eso seguro que se lo inventó uno que tenía un bote de mermelada lleno de billetes de los grandes de entonces, porque es un frase hecha muy antigua y muy conformista-católico. 

Pues yo si necesito, mis hijos están acostumbrados al jamón del malo, pero necesito un jamón. Mantenerlos, a mis hijos,  fuera del alcance de mis manos es un lujo que no todo el mundo se puede permitir,  dos están donde tienen que estar y felices, además eso va para largo, parece que van a estudiar carrera, encima carreras románticas, posiblemente no encuentren curro rápidamente, música y bellas artes, toma ya, gran salida profesional. Cuando la gente me dice: 

- Pues si no pueden estudiar que no estudien.  ¡Qué trabajen coño que ya tienen edad! 

- ¡Qué triste! - pienso.

Me he pasado la vida diciéndoles que no a unas zapatillas de marca, a algún  capricho innecesario, como ahora, que quieren ir al gym, pero decirles a tus hijos que no van a estudiar lo que quieran y donde quieran… ¡muy triste! 

Tengo que estar muerta, si ahora no puede haber jamón pues no hay jamón, pero tienen que seguir estudiando donde están y como sea. Los pequeños parece que están más apegados a esta tierra y a su máma. En cuanto me quedo sola un minuto aparecen sigilosamente a mi lado y me tocan el pelo para que no pueda resistirme. Me va a costar abandonarlos, en serio, me va a costar, cada día soy más sentimental. Que suerte tengo que terminarán unos y empezarán los pequeños, que suerte tengo que para cuando termine al menos me quedarán unos años de vida útil, para que luego me digan que si los abandono, no es en mi derecho adquirido.

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