MANDONA

Hace todo lo que mando. Pintar, pintar. Andar, andar.Cantar, cantar. Bailar, bailar… y así sucesivamente. Tiene asumido que soy una mandona aunque mando cosas buenas, otro habría acabado con esta tortura cansina que se mantiene insistente tanto como un tonto buscando novia. 

Mi memoria, cada día se me olvida todo y empiezo de nuevo con la misma cantinela del primer día. Eso es lo que me hace feliz, no me aburro de repetir actividades siempre que sean divertidas. 

Al inicio de nuestra historia que ya fue espectacular, se suman los días como nécoras a la roca, haciendo fuerte lo nuestro. 

He tenido muchos novios,  tengo una nutrida lista de posibles motivos para dejarlo,  de inconvenientes acumulados por los que no pasaría y que día a día voy tachando. 

Le pongo “TIAMPAS” y pruebas de amor a diario, las va superando, tendremos que seguir jugando, vamos ganando.  

Respondo a preguntas de cosas que nunca consentiría con un NO, otra pregunta, él NO. Responde a mis caprichos siempre con un SI.

¿Qué hacemos? seguir por lógica y amor.

Cada día que pasa nos concedemos más y más deseos, no hay forma de discutir, quizás un par de días sueltos, por luchas externas, que también vamos ganando.

Tenemos un montón de cosas que resolver, no creo que terminemos en un año.

Él quiere ser un Dios hawaiano de pelo largo y rizado, yo sigo viendo la línea en el horizonte que me anima a continuar, aunque allí, al final, solo encontremos eso mismo, el final.