Me gusta mucho follarte pero mucho más tu presencia. Que te
rías mirándome a mí en las películas de risa porque tú ya la has visto. Que me cuentes cada paso que das,
porque te apetece, sin forzar y sin perder mucho tiempo. En el café de la
mañana un, voy para el trabajo, y a la noche, llegando a casa.
Contigo no mido, contigo no pienso. Si te hablo en exceso me
llamas cansina. Si no me hablas te pregunto si te juntas. Si me enfado me dices
que no me enfade, que se me nota hasta por letras. Me conoces como si me hubieras pario. Si estoy triste que no lo
esté, si te digo guarrerías en mitad del trabajo, te empalmas.
Eso no se hace, lo sé, pero me gusta, por eso de que no se hace.
Tu ataque mordisco me encanta. Cada día me gusta más el ataque mordisco. Me enferma. Después de tantos años, mantenemos en la máquina del tiempo lo nuestro, como el primer día, sin evolucionar, sin avanzar, sin mejorar ni empeorar. Tal cual era, es.
Tu ataque mordisco me encanta. Cada día me gusta más el ataque mordisco. Me enferma. Después de tantos años, mantenemos en la máquina del tiempo lo nuestro, como el primer día, sin evolucionar, sin avanzar, sin mejorar ni empeorar. Tal cual era, es.
¡Y mira que hemos tenido guerras!
Nos hemos ido con otros y otras. Y tras el fracaso, nuestro
consuelo.
Yo ya tengo más canas en el coño, tú más tatuajes y empastes.
¿Qué será lo próximo? ¿Las prótesis de cadera? Espero que no, que no sigamos
fracasando como siempre, sin encajar con nadie, como siempre, siendo como somos
y seremos, dos extraterrestres.
LVM
No hay comentarios:
Publicar un comentario