miércoles, 25 de noviembre de 2015

ÉL DIJO:

Mira que eres creída. Sabes cómo me pones con ese culazo pasando por delante de mis narices sin ninguna intención de dejar que me lo coma hoy. 

Te tengo dicho que no me lo restriegues por la cara si no me vas a dejar que lo agarre a dos manos, que lo castigue a palmetazos y que lo golpee fuerte con mi rabo.

Me miras y te ríes, porque sabes que cuando te veo mi cerebro solo piensa en una cosa, casi ni caminar puedo cuando te veo, del dolor de huevos. Todo el tiempo pensando en follarte ese culo que meneas sin piedad subiendo las escaleras.

¡La Virgen Santa que mala leche tienes! 

Te pones esos pantalones porque sabes que me matan, que se meten por la raja de tu culo y te separan los cachetes para que no dude donde está mi objetivo.

Que me llamen guarro y machista por decirte, que sé que muchos darían lo que fuera por follarte, pero yo soy el que te voy a dar lo tuyo cuando te pille. Más vale que te prepares cuando te vea a solas detrás de la puerta de tu casa.

En la calle te envalentonas, sabes que estás a salvo, sonríes con esos dientes de bicho que tienes, con esa boca que tanto me provoca, con esos ojos de niña traviesa y malcriada.

¡Si es que te tengo muy mimá! 

Sabes que si no me hablas te hablo. Sabes que si no me haces caso un día, ya me tienes loco pajeándome por las esquinas.

Azúcar te voy a dar y chocolate, que falta te hace.

Solo pienso en follarte, horas y horas haciendo guarradas con tu cuerpo. 

Sudor y pelos. Olor a sexo. 

Voy a comerte entera sin parar, lento, hasta que desesperes y me pidas que te la meta hasta el fondo. Te voy a taladrar hasta que pidas clemencia.

Y luego te preguntaré ¿Qué se dice? Para que des las gracias. 

Y tú me dirás que me quieres como siempre y yo callaré para que no te lo creas más, que bastante subida estás ya a la parra.

¡Qué no te lo digo! ¡Qué me arde la boca de decírtelo!

No te lo digo que ya lo sabes.

Pase lo que pase, y los que pasen, si me miras, me enciendo.

Si sonríes, te como esa boca.

Me das la vida cuando me tocas. Soy tu juguete, guardado en el cajón hasta que vienes por mí. Te espero callado para que no me notes las ganas.

¿Y tu tanga? ¿Y ese tanga? Si solo me acordara de cómo te aprieta el culo tu tanga, de como malforma tu carne ese tanga, maldita sea, me vuelvo loco.

¡Te destrozaba el tanga a bocaos ahora mismo, aquí, delante de tu madre!

¿Y tu maya? Maldita sea esa prenda de vestir y maldita tú por lucirla delante de mí. Lo haces para que rabie y me empalme. Para que sufra y me castigue solo en casa pensando en ti.

Ese culo tuyo... 

Mío. 


LVM

No hay comentarios:

Publicar un comentario