No sé si puedo, no sé si voy a saber.
Mis pensamientos positivos son derribados por la realidad de
mis facturas.
No sé si voy a poder.
Hace tiempo que no fumo, hace mucho
que no gasto, no viajo, no na de na. No sé de donde recortar, solo sé que no sé
de donde, y no puedo recortar de donde todos lo haríais, porque sería lo más
doloroso del mundo para mí, cortar las alas y los sueños de mis niños.
No sé si
voy a poder.
Solo puedo hincharme a currar en mis proyectos imaginarios,
esperando que algún día den sus frutos, o buscar otro trabajo para ocupar el
poco tiempo que me queda, montar un kiosco que abra de madrugada.
Lo he dicho por decir algo, que idea más tontas.
¿NO?
No hay comentarios:
Publicar un comentario