lunes, 6 de febrero de 2012

MI CISNE

Cuando tu hija no comprende la utilidad de las letras, líneas curvas negras.

Cuando va por las vocales mientras los demás pasaron al segundo libro de lectura… te duele.

Buscas alternativas a las tradicionales para hacerles entender, dibujos, plastilina, música y otros métodos, pero no consigues nada, te duele.

Cuando su primer profesor de música, en su primera evaluación, no solo la suspende sino que además te pide encarecidamente que abandones, a pesar de lo mucho que le gusta a ella, te duele.

Cuando solo le quedan tres asignaturas, mate, lengua y cono, y te lo dicen con cara sonriente porque tú le has enseñado que no tiene importancia.

Cuando quiere y no puede, te duele.

Cuando todos se ríen de ella en el cole y llega llorando porque le dijeron gorda, le tiraron del pelo y fue el centro de las mofas de sus compañeros, te duele.

Cuando todos se aburren si no están ellas para reírse.

Cuando ves tu reflejo en un espejo.

Cuando pasa todo eso y pasa el tiempo.

Llega nuestra virtud para salvarnos de ellos, la cabezonería, la fuerza para aguantar golpes y sonreír, la insistencia de un loco, los oídos sordos, y al final por fin…

Hoy mi cisne tocó para mí, vi la frustración en las caras de los que se reían de ella.

Lo siento, su frustración fue mi satisfacción.

Hoy fue como ganar una carrera empujando mi bólido
gracias al descuido de los demás pilotos.


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