domingo, 10 de abril de 2016

LAS EDADES

 

Cuando uno tiene treinta años le gustan las muchachas o los muchachos de veinticinco, como no, las de treinta y cinco, pero si ves una de cuarenta y cinco y te la comes, es porque le tienes cariño, como a ese jersey viejo que tanto te gusta, o es que no tienes otra cosa para ponerte.

Qué no se engañe la gente y que me perdonen los que se den por aludidos en este texto, que yo no digo que no puedas enamorarte, si, si, si, pero que dure el amor por encima de todas las arrugas y las carnes flojas, es difícil.

Yo me veo, estoy buena, no lo dudo, pero tengo piel de cuarenta, pelo de cuarenta, culo de cuarenta, vientre sobre todo de cuarenta y cuatro hijos ¡Donde va a parar!

Todo el mundo dice esa patética frase de:

-          Pero no aparento la edad que tengo.

Sí, claro, puede que aparentes hasta tres o cuatro años menos, de ahí a parecer una veinteañera, no hay ná.

Está muy bien no ser prejuicioso y queda uno de escándalo cuando puede contar que tiene un amante una década más joven, y de ahí parriba.

Si uno es realista y feliz, pues de mil amores, y hasta que la muerte los separe. Nunca está escrito quien morirá antes, a pesar de sus diferencias, no solo de edad.

La música, los separará siempre. Mientras uno disfruta de grupos musicales que el otro ni conoce, el otro disfruta de grupos musicales que el otro no conocerá ni por asomo.

Se soportarán mutuamente, esperando que llegue el momento de poder escuchar su música en paz.

Los jóvenes que tenemos son los más preparados de la historia de la humanidad. Saben de todo, no como nosotros. Esto se traduce en una sensación de inferioridad ante ellos que en pareja no se puede soportar. Entre amigos si, si es de madre a hijos más, es una sensación que solo se aguanta cuando es un crecimiento natural por generaciones, pero cuando es tu pareja, lo bajas a tu mismo nivel generacional y te conviertes en un ser inferior. 

Ellos además han  sufrido las consecuencias de esta crisis brutal. Nosotros conseguimos trabajos muy bien remunerados aprovechando el bum informático, cuando nadie sabía, con la mínima preparación.

¡ Cómo puede un joven identificarse con nosotros! Es imposible. 

Que sería de mí si volviera hoy en día a optar por un empleo con la preparación que tengo. Vale que los años me han dado tablas, que para muchas cosas mi edad y templanza sirven para el manejo de situaciones, de personas, etc. pero que mierda digo, ya se apañarían ellos con su preparación y su juventud.

Aunque me quitaran veinte años de encima, no tendría ninguna posibilidad, sería prácticamente analfabeta.

Eso da coraje. Me da coraje hasta a mí que estoy en el bando ganador.

Mira que he intentado castigarme despidiéndome. Buscándome la vida con lo que realmente se hacer bien, construir. Pero nada, he vuelto al trabajo. Lo lamento enormemente.

Me hubiera gustado poder dedicarme a algo productivo, a un trabajo más acorde con mi preparación y mi valía: albañila, carpintera...

No digo que no sea buena en lo relacionado con las letras, se utilizar bien un teclado, manejo bien los datos, también a las personas que trabajan conmigo, suelo darle muchos mimos, cariño y hacerles sentir importantes.

Me gusta resaltar mis carencias en favor de sus habilidades. Son para ellos, los que me rodean, un incentivo. Mi carencia es su halago. Si yo supiera hacerlo todo sería odiosa, cualquiera que piense que sabe hacerlo todo, es por consiguiente pluscuanperfecto, una joya vamos.

En lo referente a organización de de pensamientos y órdenes confusas, soy un lince, eso sí, estoy entrenada desde chica.
Pero lo mejor que sé hacer, indudablemente es crear. En madera, en barro, en neumáticos, en hilo, lana, tela, hierro, papel … es lo mejor que sé hacer, lo repito, crear.

Sueño cada día en poder ganarme la vida solo creando, construyendo, escribiendo, haciendo música,  haciendo reír a niños y mayores, enseñando buenas costumbres de las antiguas, cantando mal por las mañanas, contando historias casi verídicas, de dragones y princesas, que se esconden detrás de un chaquetón. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario