sábado, 21 de marzo de 2015

DUDAR ES DE IZQUIERDAS

Y ¿Qué pasa? Que luego pasa lo que pasa, que el ejército pepero nos gana.

Con lo fácil que hubiera sido mi vida si hubiera nacido en una familia de derechas. Con el apoyo de Dios todopoderoso. Si ahora consigo cosas, no me imagino si hubiera sido cristiana.

A la hora de votar, solo esperar a los dieciocho. Nada de pensar, no hay alternativa.

A la hora de trabajar, solo estudiar y utilizar mis contactos. Si es que necesito trabajar, porque a veces con gestionar mis propiedades heredadas y alguna que otra actividad lúdico deportiva para adquirir mi propia autoestima personal, es suficiente.

Lo tienen claro desde pequeños y hacen bien. Los que somos una partía mataos somos nosotros. Cuatro gatos estábamos ayer en la manifestación anti desahucios.

¡CON LAS COSA QUE ESTÁN PASANDO!


Somos una partía de resignados. Estamos callaicos para evitar que nos toque a nosotros. Tenemos el miedo metido en el cuerpo, tanto, que ya nos pueden hacer lo que quieran, que no vamos a mover un dedo. Ellos cuentan con eso.

Yo la primera. He pedido las pruebas de la acusación de tenencia de armas de mi hijo por llevar un mosquetón con las llaves de casa, a ver que pasa. Pero he perdido la ilusión. Ya no tengo ganas de lucha. Sé que no me van a dar nada, y sé que me quedaré quieta. No tengo ganas de pelea, solo quiero sobrevivir.

No sabemos a quién votar, por solo una décimas de dudas. 

Tenemos a los comunistas de siempre, mezclados con los nuevos sindicalistas, los de PODEMOS, los del EQUO, los ecologistas, los animalistas de PACMA… ya no sabemos que inventar.

Nuestra alternativa de izquierdas es como el cuadro de Marilyn Monroe con imágenes idénticas pero distintos colores y nosotros tiramos el voto como si fuera una moneda en una feria. Siempre toca. 

Ya no nos vale ni IU que en su día, recordemos, era una federación de partidos y ciudadanos de izquierdas independientes.  

Somos un gazpacho con mucho ajo. Se repite y se repite y todos los programas se repiten. Pero cada uno con sus matices y sus dirigentes.

Y nosotros ahí, como hacía mi abuela, con sus  montoncicos a repartir para todos sus nietos, con el mismo cariño para todos ellos:

-          Este pa mi fulanico, este pa mi cetanico…

LVM



No hay comentarios:

Publicar un comentario