viernes, 27 de marzo de 2015

TÚ DAME PAN

Las personas inteligentes debían tener un cartel en el pecho que dijera:

“Manténgase fuera del alcance de los tontos”.

Una persona inteligente siempre mide. Nunca está a gusto al lado de una tonta, porque ella es grande.

Los tontos siempre están pensando en lo mismo, mientras ellas son de calidad suprema, variadas y ocurrentes. Nadie puede seguirlas.

Los tontos son más físicos, más de hacer ejercicio y en horizontal ni te cuento. No tienen que estar a la altura de nadie y nadie los mide ni si quiera. Están descartados a primera vista.

Solo les queda unirse a otro tonto y pasar todo el día follando como locos, o como tontos.

¡Joder! ¡Qué vida más simple!

No piensan. No se plantean los problemas del mundo ni quieren cambiarlo. Nada que no puedan alcanzar con la vista existe para ellos. 

Para aprender geografía tienen que viajar, los muy tontos.

Tú puedes ser tonto de nacimiento, de un golpe o un accidente, o simplemente serlo por voluntad propia.

Creo que pertenezco a los tres supuestos. De nacimiento ya venía sin memoria y con problemas para comprender, pero además he tenido accidentes, alergia a la anestesia, inmersión continuada casi hasta la muerte…

Ahora por último, me he hecho tonta por vocación. No me va bien con los inteligentes, se creen muy listos.

Lo único raro de toda esta historia es que a veces parezco inteligente y confundo. 

Nada más lejos de la realidad.

LVM

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