miércoles, 4 de marzo de 2015

LA TERNA: LENGÜETAZO UNO

Solo quiero estar contigo. Ni con uno ni con otro, contigo. Salir, divertirnos, compartir todo. Solo contigo estoy a gusto.

Pensarás que es una tontería, pero anoche tuve un sueño. Estaba en la cocina preparando unas tapitas y viniste tú, con tu fuerza. Tenías la mirada sucia. La cara relajada. Sabía cuales eran tus intenciones nada más entrar por la puerta. Al llegar a mi lado, mi cuerpo temblaba. Casi me mareo solo de pensarlo ahora y eso que solo fue un sueño, pero te imagino.

Me abrazaste, poderosa. En tus brazos parecía mantequilla.

Me besaste lento. 

Inmovilizado mi cuerpo por el miedo y tú fuerza, tus labios podían trabajar en libertad.

Me desperté mareada.

Fue solo un sueño.

Ella siguió caminando. Le restó importancia al asunto. Solo un sueño. Llevaba un vestido blanco, con la falda de vuelo muy corta. Su cuerpo sudoroso. Comenzaba a apretar el calor del verano. Necesitaba llegar y refrescarse. Descansar. No estaba para cuentos.

Lo sueños extraños de su amiga, ni le dieron que pensar.

Llegar a la casa y estirarse en el sofá. La falda se levantó un poco, dejando ver sus piernas. La confianza del lugar y los acompañantes hizo que no reparara en detalles como el gesto incómodo y de deseo de tenían hacia ella.

Invitó a compartir el espacio, con una palmada en el cojín desocupado de al lado. 

Su amiga declinó la invitación y se sentó en la silla.


Mejor aquí, evitar la cercanía de esta mujer tan venenosa y natural. Tenía miedo del momento en que dejara de sonreír para mostrar la otra cara. La que vio en el sueño, la que ella misma sabía que podía sacar en cualquier momento. 

Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario