Era se una vez dos bolígrafos que caminaban a saltitos por
una mesa de oficina, ayudados por un ser humana. Su encuentro no fue casual. Su
presentación, infantil.
-
Hola soy Bic Naranja, escribo fino.
-
Yo soy Bic Cristal, escribo normal.
Así pasaron los días caminando a saltitos por la mesa y escribiéndose
el uno al otro las cosas que le iban pasando.
-
He tenido muchos hijos.
-
Yo de momento estoy bien así.
Su historia no era corta, pero tampoco continua. Por culpa de su fina punta, su bolita no rodaba bien y, como todos sabemos, Bic Naranja no era de escritura rápida y firme. Se le enfriaba la tinta y había que calentarla
echando vaho en su bolita para seguir escribiendo.
Bic Cristal mientras tanto escribía mucho y normal.
Estaba agotando su
tinta y prefería en aquellos momentos contestar monosílabos. Escribir lo mínimo
y por supuesto no iniciar ninguna conversación que pudiera terminar en diálogo que acabara con su tinta.
¿Qué pasó lo siguiente?
Ni idea, ya se escribirá.
LVM
No hay comentarios:
Publicar un comentario