Me encantan estos días en los que de pronto dices:
¡COÑO! ¡SI NO HE PODIDO ABRIR EL FACEBOOK!!!
La culpa la tiene la vida real.
Hoy caminé seis kilómetros, es lo que tiene, eso, trabajar,
los gritos que le metí a mi hijo por no leerse un libro para aprobar lengua,
intentar que mi niña apruebe alguna, la comida, que no se me olvide el pan de
centeno, tengo que sacar dinero, tengo que pagar a mi panadero, la revisión de
la moto, una pequeña cabezailla para descansar los ojos…
La vida real.
Acabo de ver en la tele, el Jardín de la Alegría, es una película, pero estaba viéndola en la vida real, ¿ves? ¡Así como me va a dar tiempo a mirar los muros de la gente!
No debo decir coño, me lo ha dicho un amigo que no lo diga. Yo mientras
pensé, tengo que decirle que no escupa cuando corremos juntos aunque esté bien
visto entre los deportistas.
Cuanto más abandonado está el Facebook, más tiempo le dedico
a la vida real, mi vida real.
LVM
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