Yo tengo mi público. Lo que pasa es que pido mucho.
Que me quieran con locura.
Sin medida.
-
Nena ¡si es calvo, feo y tuerto!
Por mí, como si es el tonto del pueblo.
Tontos del pueblo
conozco a muchos. Me encantan, siempre hablando sin sentidos que ni escucho. Repetitivos,
pero muy cariñosos.
Yo quiero que me quieran a muerte y yo querer igual. Dure
lo que dure, a muerte. Nunca hasta la muerte.
Que a todo diga que SI aunque luego salga mal.
Que no reproche ni necesite reproches.
Que sea la mar de positivo.
Que si algo le hace sufrir, no se revuelque en su pena.
Que haga
como los tontos del pueblo hacemos, cambiar de tema.
Si dice muchos tontería de tonto del pueblo, más gusta. Me hace reír. Arrugo la
nariz y pienso:
- ¿A que le como la boca para que no siga?
Seguro que no se enfada, pero si lo hace, que se largue unos
días. Enfurruñao. Yo lo espero si no son muchos, porque no tengo culpa de tener
esta maltrecha memoria que enseguida se me evaporan los recuerdos del celebro.
Que me mire con ojos de niño y sobre todo, lo más importante,
que me deje quererlo ídem.
LVM
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