sábado, 12 de marzo de 2011

TE ABANDONO CARIÑO

Hola Cariño, ¿cómo te va?

Gracias por preguntarme como me fue hoy en el trabajo, 
aunque solo fuera una pregunta introducción para tu largo relato sobre la multitud de cosas que te pasaron a ti y
cuales fueron tus dolencias hoy, sin olvidar lo que desayunaste, donde y con quien.

Fueron unas décimas de segundo perfectas, el tiempo que se tarda en decir, bien,  antes de ser interrumpida por ti.

Como siempre haces, Cariño.

¿Sabes? la gente me lee y le gusta lo que escribo, les alimento las ganas de ser felices o al menos de intentarlo.

Lástima que tú no lo hicieras, lastima que mi libro, ¿sabes?
Aquel que escribí, durante meses después del accidente, si, si, aquel que habla sobre mi vida ¿Recuerdas?

Aquel que copiaste una y otra vez de ordenador en ordenador,
durante años, aquel que siempre te dije, que era muy importante para mí, que no se perdiera.

Tantas veces tocaste ese archivo Cariño y ... 

¿Ni la mas mínima curiosidad?

Hay un capítulo que habla de nosotros, de ti.

A ti te encanta hablar de ti.

Te copiaré un fragmento:

No, mejor no, rabia ahora por la curiosidad, mucha gente lo leerá, pero no serás tú. 

No será porque no lees, cariño. Te bajas de Internet, todo lo que pasa por  tu mano. ¿Recuerdas cuanto te echaba en cara, que tenías tiempo para siestas y para lecturas mientras yo no podía ni darme un maldito baño tranquila? 

¡Sola!

Yo empecé bien el día, ya te lo dije:

-          Bien...


No me dejaste terminar, por eso te escribo Cariño.

Empecé bien, pero al salir de la cochera, para un día que cojo el coche, tu coche, tu adorado coche,un despiste y...

¡Siniestro total!

No, no es el nombre del grupo, es como quedó, tu querido coche, tu adorado coche. 

En fin, cariño, no te preocupes por mí, aunque sé que ni se te ha pasado por la cabeza mi estado, ahora solo piensas en él, tu amor, tu querido coche.

Yo, soy una gafe con suerte, ilesa, Cariño, ilesa, ni un rasguño. Una pequeña lesión y tendría alguna defensa, pero así es más divertido. 

Cariño, hoy estoy feliz, la suerte me sonrió.

¡ Feliz de abandonarte !

Hoy,  en el día que la muerte me miró de frente y mi vida pasó  en segundos por mi cabeza, no me gustó nada Cariño, lo que vi,
eres un ser unidireccional, Cariño.

No te preocupes de nada, del papeleo me encargo yo.

Como siempre, Cariño.

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