Tengo el corazón acelerado y la tensión baja. Me he comido
un dulce y no me recupero, voy arrastrando los pies . Solo quiero descansar, no
pensar. Esta tarde haré croché y no voy a escribir ni la o con un canuto.
No debemos dejar nada para después de la muerte, que va. No
dejes para después de muerta lo que puedas resolver en vida, convencida.
Mi cobardía
me anima a esperar cosas maravillosas y a que se resuelvan otras que soy
incapaz de afrontar viva. Señales me indican que debo encarar un fracaso
absoluto antes que morir con la esperanza de que sea un gran éxito de público
en mi funeral.
Nadie se acuerda de un muerto, solo sus seres queridos y no todos
los días, sería demasiado doloroso.
Me apagaba, ahora lo sé, por eso lo dejé. Todos los motivos
que levanto como una espada para justificar el hachazo, son solo para el
público en general, se perfectamente que era un ser oscuro al
que tuve que eliminar, me apagaba como una llama, como una vela.
Ahora que ya lo enterré en vida debo dejar que su cuerpo mortal y su alma se
alejen hacia la luz. Necesito rodearme de seres luminosos que me ayuden a
esclarecer mi camino. Como mona madre
que soy, debo escudriñar en las cabezas de los míos buscando parásitos, devorándolos
que son proteína pura, reventándolos con mis paletas y digiriéndolos con mis
jugos gástricos.
¿Qué es un parásito si se le apresa? Solo hay que saber
localizarlos y eliminarlos, no tienen ningún poder si se les detecta a tiempo. No
dejaré que ninguno de los míos los sufra, solo tengo que ser muy lista para que
ellos no se den cuenta de cuando van mis dedos a apresarlos para que mis uñas
los revienten enviándolos al sumidero.
Debo responderle monosílabos a quien busca dejarme en
evidencia, no puedo permitir que un oscuro mengüe mis fuerzas; mis proyectos
lucirán aunque solo sea un día, seremos felices quizá solo sea un momento.
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