SOY MADRE

SOY MADRE, SOY MADRE, SOY MADRE Y SOY MADRE.

Esta mañana tendí dos lavadoras, lavé a mano le di a un edredón, pegué muchas voces y amenacé con la zapatilla, cosas muy normales en mi persona. 

Después desayunamos todos juntos en mi casa, senté en la mesa para comer a  todos mis hijos y cashijos aunque para eso tuvimos que viajar a Granada y mi niña también lo hizo desde Málaga. 

Todos los años digo lo mismo, por si no lo puedo conseguir el año que viene. Todos los años, hacemos la acampada del día de la madre, esta vez en una cueva de Sacromonte, preciosa. 

Loca me he puesto de ver todas las cosas que haría yo en aquel lugar.

¡Madre mía de mi vida que me pongo loca de verdad!

No sé cómo voy a acudir a tantas obras, aunque supongo que antes de morir lo tendré terminado todo, si no me invento más cosas.

Soy y estoy muy feliz. Mis hijos están enamorados como yo, les deseo larga vida a sus amores y sobre todo, que no tengan que despedirse nunca ni para un rato de ellos. 

Hoy en la estación vi varias parejas despidiéndose, tuve ansiedad por ellos. Es un sentimiento muy feo, el desarraigo amoroso que se siente cuando te despides "hasta más  ver" de tu pareja. No quiero volver a sentir aquello, no pienso volver a sentirlo, no lo consentiré. Antes de que esto ocurra prefiero despedirme para siempre, lo otro es una muerte a pellizcos.

Si tengo la suerte de seguir a su lado, al lado de mi hombre, lucharé para que sea así siempre, y si hay que ir a trabajar donde sea lo haré, pero juntos. 

Los hijos, una vez que crecen y hacen su vida, dejan de forma natural de necesitarte y es para ellos un alivio que tú, como ellos, tengas tu vida hecha con una pareja. Las madres sabemos que nuestros pollos han de volar, pero si sus nidos están bonitos y llenos de amor, nosotras respiramos tranquilas.

 El amor que lo pongan ellos, pero en lo posible, yo les ayudaré a hacer nidos preciosos, como hizo mi padre conmigo, Barrancos constructores somos.