Y SIEMPRE LO SERÁ

El que lechón nace, se muere igual de gilipollas. 

Que nadie espere de una persona que cambie, solo cambia a los ojos del que la mira. Si lo miras con amor, verás a esa persona más preciosa que la mar salada, pero el resto del mundo verá lo que hay y pensará que estás ciega. 

 No cambia nadie, es imposible. Las personas con un mínimo de inteligencia, aprenden de los errores, pero solo a fingir mejor, a aparentar ser preciosos de la muerte, en cuanto se relajan y los pillas desprevenidos, son los mismos gilipollas excelentes de siempre.

Es como cuando parí a mis hijos. Perdí cerca de veinte kilos, y a los dos o tres días estaba en la calle pegando pingos, lo digo de forma literal, hasta que no me adapté al nuevo peso, pegaba saltitos por la calle. Yo misma me decía: 

- ¡Niña, camina normal, que cualquiera que te vea! 

Y lo hacía, durante dos o tres minutos, pero si me encontraba a alguien y lo saludaba, me despistaba y otra vez mi cuerpo pegando pingos. 

Esto es lo que les pasa a los gilipollas excelentes y siempre lo serán, que posiblemente conociéndome fingen caminar por la vida de buenas maneras, pero en cuanto les doy la espalda, la cabra tira al monte. 

Ya lo tengo cada día más claro, todo aquel que sea un poco gilipollas que siga siéndolo por los siglos de los siglos, que para eso nació con esa cualidad tan preciosa. 

Preguntaré como eran de pequeños a los que los conocieron y asumiré que esa es la personalidad que tendrán en cuanto se relajen conmigo, que no necesiten fingir ser lo que no son, porque: 

- ¡ Es un gilipollas excelente, o una gilipollas excelente, es un gilipollas excelenteeeee, y siempre lo será, y siempre lo será!