Publicó nada más despertar. El relato era un canto a la soledad. Diego ya lo había leído y le decía: “no te lo crees ni tú”
¿Otra vez? No me conoce nadie, ya lo dije una vez. Yo no me lo como, pero me obligo a comer. Mi voluntad es de hierro y eso hace que algo en lo que no creo, camine a mi lado toda la vida. Si yo digo: buscaré solo un cuerpo, es lo mejor. En el fondo pienso todo lo contrario, pero lo haré: Buscaré o me buscarán, solo por mi cuerpo y yo solo por el suyo. Pero no volveré a ilusionarme… no volveré a darlo todo.
No se si me explico…
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