martes, 6 de septiembre de 2011

CONSUMO DE REGALOS, ADICCIONES LEGALIZADAS.

Desde hoy, en asamblea o por imposición unilateral de la presidenta de esta mi república independiente, hemos decidido: que no se realizarán ningún tipo de regalo consumista en esta casa. Entre otras cosas porque no hay dinero para llegar a fin de mes. Lo podéis leer en FIN DE MES EL DÍA 3.

Los Reyes Magos se han jubilao y el Ratón Pérez está de vacaciones en Perelilandia.

Los regalos de navidad se convertirán en viajes, con el dinero que consumimos durante años, podíamos haber viajado varias veces a Disneyland, sueño muerto y enterrado desde mi tierna infancia, al igual que a muchos de los niños y niñas de este país de consumistas, que solo piensan en objetos materiales que acumular. Juguetes que se acumulan en las estanterías sin jugar con ellos, consolas que pasan de moda y que son sustituidas por la siguiente versión del mismo chisme, libros sin leer, ropa sin poner… todo eso… ¡se terminó en esta casa!.

Lo decidí yo, por mi culpa, gracias a mi… otra vez.

Lista de regalos que no cuestan dinero, inolvidables, invalorables, eternos en nuestra memoria:

Una cena preparada por mis niños, donde me retiran la silla, me ponen la servilleta en el pecho, me limpian los hocicos e incluso hay que fingir que esas empanadillas quemadas, saben a gloria, con la cara que pone un vasco comiendo alcaparrones.

Una vez me regalé a mi misma un viajé cogiendo varios autobuses para ir a parar a una cabina de teléfonos desde donde llamé para decir: mira por la ventana.

Regalar vida: una caja de gusanos de seda.

Un caparazón de tortuga engarzado en piedra, para que nos proteja de los malos.

Un saco de Spitos, para enterrar a un bebe.

Una camiseta vieja, que me encantaba, con su agujero y todo. Me la quité., pa ti.

Una manta de croché que tardé años en hacer.

Una marioneta de un monstruo que hice durante una noche entera.

Tres palitos del campo, únicos, guardado durante años.

Me regalaron un espejito del viaje de novios de unos amigos, muchos años juntos ya.

Unas palabras en papel plastificado.

Un cuadro con un “me gusta” que puede ponerse como “ya no me gusta”.

Un palo de caminante con muchos mensajes pirograbados a mano.

Un pelao.

Un montón de buenos ratos.

Otro montón de malos.

El espíritu de la Pantera Rosa.

También regalé un perro… Y otro perro.

Un beso sin venir a cuento.

Un abrazo de agradecimiento, por la suerte de haberte conocido, Rosa.

Un baile de amor para el Lobo y Caperucita Roja …

….

Y sigue mi voz relatando, recentando, recordando, mientras en off te digo:

Tira de co,
tira del cora,
tira del corazón loco
y del coco.

No tires de tarjeta (chasquido de dedos y gesto de desprecio),
tírala al pozo.

3 comentarios:

  1. Que bonitos regalos. No olvides un poncho de croché que es el más bonito del mundo y único e inimitable. Es uno de los mejores regalos que he recibido en mi vida. El regalo del tiempo, ese que empleaste en hacerlo con tanto cariño.
    Gracias

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  2. Me parece buena idea lo de los regalos, ojalá que en casa tuvieramos algo as!

    Se te nota que le echas de menos...

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  3. Me proboca hacer ese tipo de regalos, será porque soy muy rácana, o porque nunca he tenido pasta para regalar, no llegaba al día 15. Una vez, me regalé a mi misma un bingo, para reyes. Mis regalos eran compartidos y decididos previamente, por lo que, los Reyes por una vez, fueron Mágicos.

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