viernes, 30 de septiembre de 2011

POR FIN LA NORMALIDAD

No hay que reflotar buques hundidos,
no hay que buscar tesoros escondidos,
hay que seguir pescando, viviendo, rutineando, bailando… por fin.

Por fin no hay tiempo para pensar.

Siento dolor, no se si solo molestia o dolor, nunca supe distinguirlo.

Dolor en mi entrepierna,
mis huesos se dilatan,
mis caderas se ensanchan y mi cabeza sale por mi propio coño,
vuelta del revés, como un conejo desollao,
vuelta del revés, vuelvo a nacer, otra vez.

Sigo caminando, pescando, gitaneando,
me busco la vida en cada movimiento,
no doy puntá sin hilo, nunca lo hice.

Necesito templar más los nervios.

Tengo que salir más al escenario, a diario
tengo que hacerlo mejor,
tengo que hacer sufrir y reír, llorar y empalmar.

Solo una cosa hice bien esta noche,
conseguí que no dejaran de mirarme,
conseguí separarme del micrófono y no gritar,
antes hacía monólogos a capela,
antes había tocadiscos,
antes la gente no tenía competencia,
antes muy pocos hacían los locos.

No esperaré dos semanas para salir a la calle,
ayer salí, hoy salgo y mañana a tomar algo,
sábado sabadetee… bueno,
eso si tienen intuición de entenderme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario