miércoles, 27 de mayo de 2015

ARRABALERA IGNORANTE

Todos sabéis que soy madre al cuadrado por dos veces. Mis hijos se pelean por captar mi atención, encelan y siempre me están protestando porque a los demás los atiendo más y son mis favoritos. Por ello decidí darles una hora de madre en exclusiva a la semana donde podían disponer de mí para  lo que quisieran: un pelado, cambiar los muebles, ayuda con algo... lo que quisieran, sin que los demás pudieran rechistar. 

Mi hijo el mayor, en aquella época, estaba en plena ebullicción política. Era  antifascista, antimachista, anti... todas las cosas. 

Me pidió que en su hora acudiera a una concentración donde los fascistas iban a boicotear un acto de un escritor que venía al Centro Social Autogestionado de mi barrio. 

Quise demostrarle que su indumentaria lo debilitaba, que no podría defender sus ideas igual que yo, que pasaba desapercibida.

Al llegar al lugar un cordón policial separaba los dos bandos. 

Enchaquetada y bien maquillada, me coloqué entre unas personas que gritaban consignas nacis, insultos y muchas ideas dirigidas por un señor de dos metros con tatuajes, cabeza rapada y mucho músculo.

Mi hijo me vio, me miró sorprendido y aprendió la lección.

No pude resistirme y empecé a preguntar a los que me rodeaban, que querían decir con las cosas que tenían escritas en un papel que me dieron al llegar.

De pronto una señora me señaló y me dijo: ¡¡PUTA!! ¡¡ZORRA!! ¡¡ASESINA!! ¿ESTA QUIÉN ES?¡LA DE LAS GAFAS ROSAS!

Me recordó a esas películas donde un infiltrado humano se mezcla con los alienígenas y de pronto uno de ellos lo descubre, lo señala con el dedo y abre la boca desencajando su mandíbula y gritando en un idioma desconocido para los humanos. 

Salí corriendo de allí y le dije a un policía que necesitaba pasar para ir a recoger a mi hija al conservatorio. Así fue como un cordón policial me protegió para que cruzara entre los alienígenas que querían hacerme una de las suyas. Contoneando mi culo, con mi minifalda y mis tacones, me alejé en lontananza.   

Estuve varios días sin usar mis gafas, pero es que son más duras que el copón y siempre que me compro otras, al final mueren y salen otra vez las gafas rosas.

Toda una vida a la sombra y ahora me toca salir del cascarón y sacar los cuernos al sol. Bueno, mejor que los cuernos aquí estoy para sacar lo dientes a todo aquél que pretenda tirar por tierra la labor de años de la IZQUIERDA UNIDA LA MALA, que a tantas y tantas personas dio cobijo con muchas de las ideas que ahora nuestros hijos defienden en la otra izquierda.

Yo los apoyo, me gusta, estaré a su lado siempre, nunca los descalificaré, a los jóvenes de PODEMOS me refiero. Si de vez en cuando merecen una colleja, serán pocas, en el momento justo y no públicamente, para que no se olviden de donde vienen y cuales son sus orígenes.

El resto, los traidores, que me guarden el aire, que no soy muy educada, más bien soy una arrabalera de barrio, con la información justa. 

Nunca me gustó estar entre los fuertes porque con ellos no puedo sacar pecho, subir los dos puños y enseñar los músculos. Me gustan los débiles, los que están acabados, las causas perdidas, los supuestos ignorantes con sentimientos,  los del sector primario, los que tienen ideas descabelladas, queman ruedas para hacer hogueras y delinquen sin darse cuenta.

Los detecto y los busco, los necesito porque me alimentan las ganas de seguir siendo así, como ellos.Por eso no pude decir que sí a los ofrecimientos de los PODEMOS, porque no me necesitan. Ahora me toca estar con IZQUIERDA UNIDA LA MALA.

Es fácil hacerse una cara conocida en este pueblo tan chico, lo difícil es mantenerla a cubierto. A la sombra se cava mejor. Necesitas menos agua y tienes más movilidad. 

Una cosa es que te conozcan unas cuantas personas por muy distintos motivos: la hermana de… la de los mellizos, … la de esta asociación.. la otra… la del Facebook.. la de la cerda… la loca del barco…Y otra bien distinta que la gente no sepa de que, pero conozca tu cara.

Yo soy más astuta, que me perdonen los que se buscan indumentarias que les hacen visibles: boinas, rastas...

Estos que avisan a la prensa cuando van a ser detenidos, los que se hacen selfies en las asambleas para subirlo al facebook, los que  salen en primera plana de los periódicos, los que quieren ser héroes... Yo prefiero ser villana, una zorra que busca alimento para los suyos sin ser vista. 

Así me voy moviendo por asociaciones de vecinos, juveniles, musicales y artisteo en general, cuando están para cerrar, y echo un cable en lo que puedo, poniendo mis manos, pero no mi cara. No necesito estar en primera fila para que me lluevan las hostias, así si me equivoco, puedo cantar detrás de la cabeza visible con cara de mala: 

- Río, río que yo no he "sío".




LVM

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