martes, 5 de mayo de 2015

Y DESPUÉS DE LAS ERECCIONES DIOS DIRÁ

Tio, tio, tío, tío de lo que me he enterado. ¿Te das cuenta que marrón? Tú dirás, cuenta, cuenta. Pero no puedes contárselo a nadie, advierto.

Me ha dicho una compañera de partido, que dice que el marido de su cuñada que trabaja en el banco donde van a pedir los del Ayuntamiento los dineros, que han pedido para la nómina de mayo, pero que ya no le dan un duro para la extra y el mes de junio.

¿Y DESPUÉS DE LAS ERECCIONES QUE? 

La Virgen, la Virgen, la Virgen, o Májarele que es lo mismo.

Nos va a saltar en to la cara. 

¿No podemos retirarnos?

¡Qué espabilados semos!

¡Anda que si sacamos un concejal y nos toca desempatar!

Llevan diciendo que sobra gente desde hace años, pero ¿con qué dinero se indemniza a los trabajadores?

¡Várgame!

Nadie se atreve, ni yo siquiera a decir que hay que echar gente fuera, pero todos en la intimidad nos damos cuenta de como han ido engordando unos y otros, con amigos, familiares y compromisos los trabajadores fijos del ayuntamiento.

No hay más que ver nuestro registro, que me perdone la familia directa de esos funcionarios, pero necesitan unos pocos despidos por allí. 

Yo los he visto llegar de la plaza y oler el pescado fresco sin ningún pudor delante de nosotros, los usuarios. 

He visto como le ponían alfileres a un vestido de gitana de una chiquilla, de llegar la modista allí mismo. Amarillo era. La funionaria si me lee, reconocerá la escena. 

Hacerle fotos con el móvil, enviárselas a familiares y amigos, y todo eso mientras atiende una persona a la cola de gente que se presente. Que por cierto, pocos, no es de mucho esperar esa cola, porque si encima no son eficaces en despachar a los que los vemos…

Necesitamos un gran hermano en el ayuntamiento. Con sus nominaciones, sus pruebas y sobre todo, dinero para poder liquidar dignamente. O eso, o alternativas de negocio donde se les propongan a los trabajadores una salida, un cambio de actividad, una nueva vida.

Por ejemplo: la piscifactoría de los cañones, ¿lo he dicho? Si, podría ser una empresa pública gestionada por estas personas. Un complejo hostelero, rural, con distintos servicios: Camping, restaurantes, rehabilitación de la zona, actividades deportivas de ocio… un poquito de barranquismo hace falta.

Claro, tú dirás, si hombre, tú le vas a decir a un trabajador sedentario que haga un trabajo distinto.

Yo si creo en las personas, sé que muchos de ellos están atrapados en su propio sueldo. 

LVM

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