Creo que ya no soy capaz de enamorarme. Estoy demasiado
madura y demasiado cuerda.
Cuando eres joven, tu inmadurez y falta de experiencias te
hace enamorarte y además para siempre porque piensas que no se puede volver a
sentir por otra persona nada igual. No importa los defectos de tu pareja,
asumes que lo quieres y que no puedes vivir sin él.
La experiencia te enseña, que no es verdad. No solo si se
puede vivir sin él, sino que además en algunos casos se vive mucho más a gusto,
con muchas más felicidades y sobre todo con mucha más libertad.
Se folla mejor, menos, pero mucho mejor. Se divierte uno
mucho más. Se reactiva la vida.
Esta libertad te hace no parar de hacer y deshacer a tu
antojo y sin tener que consultar con nadie, muchas cosas. Viajes, compras… la
toma de decisiones se acelera y sobre todo porque no hay nadie que te diga a ti
que no se puede, o que hagas algo que no quieres hacer.
La otra posibilidad de enamorarse, una vez que adquieres
todos estos conocimientos por la experiencia de la vida, o sea, por la madurez,
es no estar bien.
Cuando alguien no está bien emocionalmente, no duerme, no
está equilibrado, no es feliz, se siente solo, es muy fácil de enamorar. Se
agarra uno a un clavo ardiendo.
Un amante inadecuado pasa a ser tu tabla de salvación, tu
única razón de vivir.
¿Qué pasa cuando estás madura y cuerda?
Que yo creo que no puedes enamorarte. Estás bien emocionalmente,
te sientes feliz, haces cosas y deshaces porque eres libre, no te sientes sola,
recuerdas como era tu vida de antes y haces exactamente lo mismo que te hacía
feliz, pero sin pareja.
Puede que encuentre a un hombre que me acompañe, muy
posiblemente lo querré mucho, porque tiene que ser la hostia para poder esquivar
la larga lista de defectos que tengo preparada para puntear. Defectos que por
supuesto no debe de tener.
Puede que con el tiempo me habitúe a tenerlo, puede que lo
quiera muchísimo, es muy posible que además lo cuide sin medida, lo mime y le
haga reir, pero creo que estoy segura de que no voy a volver a enamorarme. Ya no.
Estoy demasiado madura y demasiado cuerda.
En estos últimos meses, casi un año, he tenido oportunidades
varias, y todas se han ido dejando pasar. Y dejar pasar significa que no
volverán, porque ya pasaron por mi vida y se perdieron. No empezaron porque
sencillamente no superaron las pruebas.
No te digo que de aquí a un tiempo, me vuelva a picar la
mosca con alguien, como anoche me dieron ganas de bailar flamenco el año que
viene, pero de momento, sigo más feliz que antes, estando más sola que nunca.
LVM
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